Vale más “Timochenko” que el héroe
La Corte
Constitucional declaró inexequible el Fuero Militar en una votación apretada, 5
votos contra 4. El magistrado Jorge Ignacio Pretelt al salvar su voto aseguró que
la Corte Constitucional se inventó un "vicio de procedimiento" con el
fin de evadir el debate sobre el acto administrativo. Otro triunfo que celebran
las Farc ganando en los estrados lo que no han logrado con las armas. Mientras
los bandidos en la Habana tendrán impunidad y curules, nuestros mejores soldados pagan condenas inicuas como sucede a uno de los más condecorados
oficiales por su valor y desempeño:
Bogotá, octubre 10 de 2013
Doctor
Juan Manuel Santos Calderón
Presidente de la República de Colombia
Bogotá, D. C.
“Distinguido señor Presidente:
Soy Hernán
Alberto Mejía Rojas, nací hace quince años y mi padre no pudo llegar a mi
nacimiento porque se encontraba en las selvas del Putumayo y del Caquetá al
mando de un Batallón del Ejército enfrentando a los terroristas con los cuales
hoy usted negocia en La Habana, lo cual no critico si finalmente encontramos la
Paz de la Patria.
De mi
existencia le puedo contar que los primeros ocho años viví sin padre porque
estaba en la guerra salvando a los colombianos y los últimos siete sin padre
porque está preso por salvar a los colombianos.
¿Quién
entiende esa desgracia? Usted
señor Presidente asesinó a mi padre y arrasó con mi vida y la de mis hermanitos
mellizos en una brutal rueda de prensa el 26 de enero de 2007 precisamente
donde yo también estaba ese día, el Club Militar de las Mercedes en Tolemaida.
Se a mi corta edad que usted maneja a su antojo los medios de comunicación de
Colombia y ellos le hacen eco sin medir las terribles consecuencias de destruir
el honor y la vida de inocentes y sus familias en su afán por el poder y por
pasar a la historia como un hombre de paz.
Tal vez usted
no preste atención a mis palabras, tal vez lleguen a la basura en la oficina de
algún asesor, pero quería decirle que
un día ante sus ojos o ante los de un hijo suyo le preguntare porqué
cometió semejante atrocidad contra el mejor Soldado de la Patria, en mi
concepto, mi padre.
Sí, señor
Presidente, orgullosamente soy el hijo del Coronel Hernán Mejía Gutiérrez, y
tristemente huérfano por un crimen suyo contra él, que no tiene perdón de Dios.
Usted ni supo a quién calumnió y aniquiló ese día.
Usted acogió
por consejo de Sergio Jaramillo las versiones de un terrorista al que mi padre
combatió y capturó para mostrar la cabeza del mejor Soldado como un trofeo en
su falsa lucha con la bandera por los Derechos Humanos. Esto me lo contaron
periodistas que estaban allí, no lo hizo mi padre.
Hace pocos
días cuando iba camino al colegio, sus mismos periodistas me notificaron antes
que a mi padre que lo habían condenado por lo que nunca hizo, pero por disposición Presidencial.
Pido a Dios
porque mi padre soporte la infamia y la humillación que lo corroe en cuerpo y
alma, también le pido que a usted lo bendiga aunque yo no lo puedo perdonar.
La verdad
debe brillar y su abominable crimen saldrá a la luz, dígale al país porque mató
en vida a mi padre y acabó con nuestra familia.”
Hernán Alberto Mejía Rojas
El hijo de un héroe, no de
un villano.
El Rincón de Dios
"Cuando se suprime la justicia, ¿qué son los reinos sino grandes
bandas de ladrones?". San
Agustín
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