Crónica 532

¿Nos someteremos al chantaje?

Gustavo, alcalde de Petrópolis, resolvió demandar a Colombia ante la Corte Internacional de Derechos Humanos a través de Colectivo de Abogados, oscura organización conocida de marras por los subterfugios que emplean en sus demandas como la de la masacre de Santo Domingo en Arauca, donde aparecieron vivitos y coleando varios de los “muertos” objeto de la denuncia. No se pararán en pelos, tendrán calificada audiencia con el respaldo de Insulsa, no solamente bobo de profesión, sino practicante insigne de una izquierda trasnochada. Estamos ad portas de un fallo amarrado que viole las decisiones soberanas de nuestra patria.

¿No se podrá de ahora en adelante destituir legítimamente gobernantes o funcionarios ineptos o corruptos si pertenecen a la izquierda por decisiones de la Procuraduría o la revocatoria del mandato consagrada en nuestra Constitución? Según el avezado Petro y el “Secuestrador Humanitario”, eso sería perseguirlos por practicar un gobierno diferente (como el brillante de Maduro por ejemplo) y un atentado contra la democracia. O sea, Bogotá sin Petro, ¿un desastre?

No para ahí la cosa, recurre al chantaje tipo Chávez presagiando la repetición del nacimiento del M19 del que fue distinguido integrante, como quien dice, si lo tumban por sus yerros no se va para su casa, forma otro grupo guerrillero que acompañe al de sus amigos de las Farc en la exitosa mesa de la Habana lo cual apoya sin tapujos el “Secuestrador Humanitario”, León Valencia, alias comandante “Gonzalo” depredador de Urabá, que bien sabe como se manejan los recursos de la guerrilla.

Todo indica el contagio pegajoso del vecindario: A Correa le sacaron los trapitos al sol y resolvió fácil el problema, limitó la libertad de prensa para cerrar la boca del Universal, algo que ya había hecho Chávez en Venezuela con los medios opositores y copiado al instante por Ortega en Nicaragua, Morales en Bolivia y, ahora, por Cristina en Argentina. Santos es más imaginativo, lo ha logrado a base de mermelada que entra con vaselina a la opinión pública, a pesar de los “buitres carroñeros” en que nos hemos convertido quienes discrepamos de sus desaciertos; Maduro es más adelantado, demandará a Twitter por quitarle popularidad; pero Petro se hace acreedor al Guiness, amenazándonos con el nacimiento de un nuevo grupo terrorista.

Valdría la pena que Petro y Valencia reflexionaran sobre como fue el comportamiento del gobierno para su reintegro a la sociedad: les concedió amnistía total, jamás reconocieron la verdad de sus fechorías, no se les obligó a reparar sus víctimas. Ignoro si además recibieron apoyo económico, aunque presumo que si y en mayor cuantía. Se les aceptó sin restricciones la participación en política, nadie les ha obstaculizado la obtención de curules o acceso a cargos públicos de elección popular, lo cual desde luego, no nos obliga a tolerar el incumplimiento flagrante a las normas que rigen para desempañarlos. La administración Petro ha sido funesta para la capital, lo dice el 77% de los bogotanos que votaría la revocatoria de su mandato. Entonces ¿que espera? ¡No va a amedrentar a nadie!   

El Rincón de Dios

“Nunca lamentes que te estás haciendo viejo porque a muchos les ha sido negado este privilegio”. Proverbio Irlandés