sábado, 9 de diciembre de 2017

Crónica 702

Cartas marcadas

A Juan Manuel Santos poco le ha servido repartir el naipe con las cartas marcadas, se le acabó la mermelada, se le fugaron las mayorías del congreso y la gente empezó a entender que la entrega del país no era solo el pensamiento de quienes nos han tachado de enemigos de la paz.
Por eso se cayó la reforma política, las circunscripciones electorales en las que las Farc eran las víctimas, y se quedó entre el tintero para las sesiones ordinarias del congreso buena parte de las pilatunas que implementan el bodrio de La Habana.
Por igual dimitió, o renunciaron a Juan Camilo Restrepo, por no aguantar las presiones indebidas del gobierno para que aflojara los tornillos al Eln, con visitas a Quito de Samper, Leiva, Cepeda y otros, carta que Juan Manuel Santos necesita con urgencia para confundir ingenuos que apoyen el gobierno de transición que abriría las puertas a don Timo. Se suma la renuncia del general Eduardo Herrera Berbel que, como asesor de Sergio Jaramillo era bastante blandengue, pero también tiró la toalla.  
Tampoco es gratis la renuncia de un grupo de generales que le sacaron el cuerpo al monito Mejía designado como comandante general de las Fuerzas Armadas, cachaquito flojo, introductor de reformas que emasculan nuestras fuerzas militares a las que hasta ahora la mayoría de la ciudadanía amaba y respetaba y, ahora, hacen de simples policías o asesores en países extranjeros, dejando tranquilas las “disidencias” que se encargan del negocio que a las Farc le da el billete.
Sin embargo no pararán ahí las cosas, Juan Manuel le está dando vueltas en su mente sagaz y torcida a como lograr que jueces o cortes de bolsillo le ayudaren a pasarse por la galleta la decisión soberana del congreso, o si le queda otro as escondido en la manga, o si se la tiene que robar como hizo con el plebiscito y la reelección. ¡Agallas no le faltan! Todo lo retorcido que se ha imaginado lo ha logrado “por el bien supremo de la paz” que una parte de Colombia se traga, como si en lugar de sapos, fuesen deliciosas ancas de rana.
Pero como decía el Dr. Darío Echandía “la gente no es pendeja” y poco a poco ha venido despertando. Y lo hace porque el fracaso de la economía es inocultable, el cinismo de los jefes de La Farc, obviamente cómodos haciendo lo que les viene en gana y abusando creyéndose jefes, no de guerrilleros, sino de ciudadanos que ellos consideran de segunda, mientras van pelando el cobre.  
También la gente oye noticias y observa como todos los de la misma calaña de don Timo: Raúl Castro, Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Evo Morales, Salvador Ceren y el ex Rafael Correa, se atornillan al poder o nombran sucesores a su amaño para mantener en marcha un comunismo disfrazado de socialismo, como diría Popeye el sicario de don Pablo, que oyó las intenciones de sus homónimos en la cárcel.           

El Rincón de Dios

“No es la altura, ni el peso, ni la belleza, ni un título, mucho menos el dinero, lo que convierte una persona en grande, es su honestidad, su decencia, su humildad, su amabilidad y respeto por los sentimientos e intereses de los demás.” Santa Teresa de Calcuta
Deseo a todos mis lectores que han tenido la infinita paciencia de aguantar mi cháchara durante este período difícil.

Feliz Navidad y que podamos tener un año 2018 de ventura y recuperación de nuestra democracia.

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