miércoles, 6 de julio de 2016

Crónica 641

La Colmena

Hace años leí el libro La Colmena de Cela en el que en casi todas las páginas aparecían nuevos personajes haciendo honor a su título. Ahora estoy repasando los documentos firmados en La Habana con el propósito de establecer cuantos son los nuevos institutos, organizaciones y comisiones que, definitivamente, configurarán una colmena burocrática de costos imprevisibles para el posconflicto.
En solo los dos últimos borradores firmados en La Habana Fernando Londoño contó catorce, deberán agregarse los que se derivan de la Jurisdicción Especial para la Paz y los otros acuerdos. No me extenderé en ello, amerita columna aparte.
Lo traigo a colación para recalcar que no es cierta la afirmación del presidente de que si se vota no al plebiscito vendrán nuevos impuestos. Estos llegarán irremediablemente, no por los resultados de la refrendación de los acuerdos, sino por los gastos excesivos en que se ha incurrido por el desgobierno y para promover el proceso de paz que han generado un déficit fiscal superior a treinta billones de pesos. Este se incrementará  por los compromisos que sin medir su cuantía se han adquirido en La Habana y que será imposible incumplir al ser elevados a normas supraconstitucionales.
 Algo en lo que las Farc han insistido para financiar el posconflicto y Juampa ha aceptado sin medir sus consecuencias, es la reducción del presupuesto de las Fuerzas Armadas con el peregrino argumento de que con la paz deben constreñirse.
Mientras, el ELN y el EPL, que eran cadáveres insepultos, se han fortalecido por la tolerancia del Estado o por el intercambio de brazaletes entre columnas de otros grupos para seguir cometiendo fechorías. Las bacrim siguen parecido camino pensando que sus delitos les serán rentables en el futuro. Ya lo vimos con las absurdas aspiraciones de Popeye que, miradas con frialdad, tiene argumentos no del todo deleznables.
Preocupa el desmantelamiento de las Fuerzas Armadas, especialmente de la fuerza aérea, independientemente de si el conflicto interno se disminuye o llegare a desaparecer. Tenemos en ciernes otras amenazas de tipo externo que no podemos subvalorar, aunque de momento no lo parezcan. El chavismo tiende a atornillarse al poder a las buenas o a las malas, ahora es garante del proceso; pero firmados los acuerdos pasa a otro plano.
Parece haber evidencias de que en algunas de las ZTVN concedidas, cuyo mapa definitivo está elaborando el general Flórez que pasa de guerrero a cartógrafo, hay grandes reservas de coltán, mineral estratégico de alto valor en el que está muy interesado Irán, vinculado estrechamente con Venezuela y aparentemente con las Farc.
Recordemos que no hace mucho mediante ley habilitante Maduro expidió la Ley Orgánica de Fronteras que pretendía ampliarlas en la Guajira, el Catatumbo y Arauca, lo cual Colombia tímidamente rechazó. ¿Seguirán sus aspiraciones? El conflicto con Nicaragua tampoco puede dejarse de lado sin tomar razonables precauciones. En ambos casos, principalmente con Venezuela, es fundamental no mostrar unas fuerzas militares disminuidas, desmoralizadas y sembrando maticas a la vera del camino.
El año pasado un oficial retirado, que por su actual ocupación como jefe de seguridad de una multinacional tiene acceso a información restringida, nos mostró un video sobre el simulacro que con la asistencia de Maduro hicieron las fuerzas militares venezolanas a unos 100 kilómetros de nuestra frontera con el propósito de enfrentar al enemigo y, este, era claramente Colombia. Impresiona el armamento de última generación, aviones, tanques, misiles de varios alcances, que en una emergencia podría ponernos en aprietos si no tenemos como responder. No es verdad que el ejército vecino sea una caterva de burócratas ineptos.     

El rincón de Dios

"El que no tiene celos no está enamorado". San Agustín


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