La Colmena
Hace años leí el libro La Colmena de Cela en el que en casi
todas las páginas aparecían nuevos personajes haciendo honor a su título. Ahora
estoy repasando los documentos firmados en La Habana con el propósito de
establecer cuantos son los nuevos institutos, organizaciones y comisiones que,
definitivamente, configurarán una colmena burocrática de costos imprevisibles
para el posconflicto.
En solo los dos últimos borradores firmados en La Habana
Fernando Londoño contó catorce, deberán agregarse los que se derivan de la Jurisdicción
Especial para la Paz y los otros acuerdos. No me extenderé en ello, amerita
columna aparte.
Lo traigo a colación para recalcar que no es cierta la
afirmación del presidente de que si se vota no al plebiscito vendrán nuevos
impuestos. Estos llegarán irremediablemente, no por los resultados de la
refrendación de los acuerdos, sino por los gastos excesivos en que se ha
incurrido por el desgobierno y para promover el proceso de paz que han generado
un déficit fiscal superior a treinta billones de pesos. Este se incrementará por los compromisos que sin medir su cuantía
se han adquirido en La Habana y que será imposible incumplir al ser elevados a
normas supraconstitucionales.
Algo en lo que las
Farc han insistido para financiar el posconflicto y Juampa ha aceptado sin
medir sus consecuencias, es la reducción del presupuesto de las Fuerzas Armadas
con el peregrino argumento de que con la paz deben constreñirse.
Mientras, el ELN y el EPL, que eran cadáveres insepultos,
se han fortalecido por la tolerancia del Estado o por el intercambio de
brazaletes entre columnas de otros grupos para seguir cometiendo fechorías. Las
bacrim siguen parecido camino pensando que sus delitos les serán rentables en
el futuro. Ya lo vimos con las absurdas aspiraciones de Popeye que, miradas con
frialdad, tiene argumentos no del todo deleznables.
Preocupa el desmantelamiento de las Fuerzas Armadas,
especialmente de la fuerza aérea, independientemente de si el conflicto interno
se disminuye o llegare a desaparecer. Tenemos en ciernes otras amenazas de tipo
externo que no podemos subvalorar, aunque de momento no lo parezcan. El
chavismo tiende a atornillarse al poder a las buenas o a las malas, ahora es garante
del proceso; pero firmados los acuerdos pasa a otro plano.
Parece haber evidencias de que en algunas de las ZTVN
concedidas, cuyo mapa definitivo está elaborando el general Flórez que pasa de guerrero
a cartógrafo, hay grandes reservas de coltán, mineral estratégico de alto valor
en el que está muy interesado Irán, vinculado estrechamente con Venezuela y
aparentemente con las Farc.
Recordemos que no hace mucho mediante ley habilitante
Maduro expidió la Ley Orgánica de Fronteras que pretendía ampliarlas en la
Guajira, el Catatumbo y Arauca, lo cual Colombia tímidamente rechazó. ¿Seguirán
sus aspiraciones? El conflicto con Nicaragua tampoco puede dejarse de lado sin
tomar razonables precauciones. En ambos casos, principalmente con Venezuela, es
fundamental no mostrar unas fuerzas militares disminuidas, desmoralizadas y
sembrando maticas a la vera del camino.
El año pasado un oficial retirado, que por su actual
ocupación como jefe de seguridad de una multinacional tiene acceso a
información restringida, nos mostró un video sobre el simulacro que con la
asistencia de Maduro hicieron las fuerzas militares venezolanas a unos 100 kilómetros
de nuestra frontera con el propósito de enfrentar al enemigo y, este, era
claramente Colombia. Impresiona el armamento de última generación, aviones,
tanques, misiles de varios alcances, que en una emergencia podría ponernos en
aprietos si no tenemos como responder. No es verdad que el ejército vecino sea una
caterva de burócratas ineptos.
El rincón de Dios
"El que no
tiene celos no está enamorado". San Agustín
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