Necrofilia ideológica
“La necrofilia ideológica es el amor ciego por las ideas muertas.” Moisés Naím
Promotor de esa ideología es don Sergio Jaramillo filósofo laureado en la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos, mejor conocida como Patricio Lumumba, a la que también asistieron ‘Timochenko’ y ‘Joaquín Gómez’. Allí el buen Sergio aprendió la filosofía estalinista y marx-lenista. Ignoro la razón por la cual su estadía en Moscú desaparece de su curriculum en la página del Comisionado de Paz.
Otros participantes de esta aberración ideológica son desde luego Enriquito Santos, Juampa, sus áulicos y los integrantes de la mesa engolosinados con el refugio de las palomas que, ante el amor ciego de las ideas muertas, no ven el espejo de los Castro, sus anfitriones; de Venezuela y Nicaragua; de Argentina, que con el populismo peronista logró subdesarrollarse, y, de Brasil, bajándose del bus de la primera potencia Suramericana.
Y eso sin mirar otros continentes donde el marxismo ha causado estragos y, para no ir tan lejos, a Bogotá con la “exitosa” administración de Gustavo Petro fiel esta ideología.
Tengo en mis archivos los borradores de los acuerdos hasta ahora firmados en La Habana, lo diez mínimos que las Farc consideran definitivos, el documento de los “insumos” que la reunión mamerta reunida los días 8, 9 y 10 de febrero en la Universidad Nacional recomienda dilucidar en La Habana para cerrar el acuerdo final, la carta abierta donde rechazan el plebiscito y otro paquete de documentos del pensamiento guerrillero.
Desaparece del ámbito institucional la justicia reemplazada por la transicional, esperpento que parece escrito por Chávez, Diosdado y Maduro; se conceden las Terrapaz o refugios autónomos de bandidos; se abren puertas para juzgar a cualesquiera que disienta de la orientación marxista-lenista; se dan prebendas inimaginables y se crea un modelo anárquico de Estado que, a corto plazo, hará tanta agua como el venezolano, un fracaso a la vista de todos. Como diría Freud: “volver a hacer lo que ya se hizo y que se sabe que da malos resultados”.
Pero allí no paran las cosas, no solo se pretende remunerar un guerrillero raso con un salario que duplica el de un soldado profesional o triplica el mínimo, sino que se busca jubilarlos comparando los guerrilleros con los grados de soldados, suboficiales y oficiales en servicio activo, donde ‘Iván Márquez’ recibiría una pensión, equivalente a la de Brigadier General retirado, por sus altruistas aportes al asesinato, secuestro, abuso sexual, obligar abortos, reclutamiento de menores, narcotráfico y otras tropelías.
De la Calle que por parecer más respetable es el jefe del tinglado no es “alca pone” los discos, de eso se encarga don Sergio.
Para muestra un botón: El Beechcraft 350i con matrícula FAC 5733 y el Embraer Legacy 600 FAC 1215 cuyos vuelos secretos a Barinas, Puerto Cabello, Caracas y La Habana denunció el periodista Held, dependen de Sergio y no del primero. Y si de ingresos se trata, en articulo reciente mi buen amigo José Alvear, que está más enterado que yo, me da la razón cuando compara los $3.600 millones recibidos por Jaramillo por su gestión, comparados con la bicoca de los $700 millones recibidos por De la Calle.
Lo que sigo sin entender es si Natalia, que no he podido saber si es Tocarruncho, Lisarazo, o Springer y la esposa del Ministro de Minas que recibieron más de $5.000 millones por cabeza ¿son más importantes que Sergio?
No hay comentarios:
Publicar un comentario