Crónica 614

Caída libre

“Humberto de la Calle, el jefe de la delegación de paz del gobierno de Juan Manuel Santos, no es ninguna solución sino el problema y que por eso, porque en lugar de pensar por su ánimo pesimista en sacar adelante los acuerdos en la Habana, es que debe ser reemplazado por alguien que tenga “optimismo innato”, y “voluntad”. 

Este párrafo del editorial de la pagina de las Farc la recibió Juampa con beneficio de inventario, como no podía dar papaya reemplazando a De la Calle, nombró super negociador a su hermano Enrique para que en un cónclave destrabe o ceda lo que está pendiente. No habrá trabas, comparte la ideología de las Farc que le otorga el “optimismo innato” y la “voluntad” que reclaman. 

Los recientes ataques del ISIS en Francia pusieron en aprietos a las Farc que han demorado el proceso y, si no se apuran, deberán lidiar con cuestionamientos y trato más radical al terrorismo como sucedió en septiembre 11. Se les complica el caminado, pero para eso está Enrique Santos ¿o qué?

Los conceptos de los abogados de las Farc ratifican que el plebiscito que se tramita no pasa de ser un engañabobos para defender una refrendación de los acuerdos que no se necesita como lo ha pregonado el Fiscal, los parlamentarios de la mermelada y el mismo Juampa. Si prospera, se cae, o las Farc lo rechazan da lo mismo. 

En contraste con el concepto jurídico negativo de Jesús Vallejo sobre la posibilidad de que los acuerdos se constituyan en bloque constitucional, el abogado comunista español de las Farc ha mencionado una serie de caminos por los cuales las “altas partes contratantes podrán concertar otros acuerdos especiales sobre cualquier cuestión que les parezca oportuno reglamentar particularmente” para incluirlos en el bloque mencionado de los Acuerdos Especiales que serían vinculantes a la Constitución como cualquier tratado, tesis de Libardo Botero. Y como dijo Juampa en España “o cualquier otro que nos inventemos”, para lo que habilidad tiene.

 Los argumentos jurídicos mencionados hacen parte de un extenso documento donde  se consolida la tesis de que las Farc en todas sus actuaciones ha sido consistentes, su objetivo es el poder. En estos conceptos se destaca su pensamiento y lo logrado  internacionalmente. Traigo a colación estos ejemplos: “(…) atendiendo datos publicados por prestigiosos organismos de Derechos Humanos colombianos u organismos dependientes de la ONU, el mayor violador del Derecho Internacional Humanitario y de los Derechos Humanos en Colombia, es el estado colombiano, sus agentes y el paramilitarismo (…)” o “(…) el uso de armas químicas por parte del gobierno, el Glifosato (…)”. Coincide con nuestra cantaleta: los malos de la película somos los cuarenta y siete millones de ciudadanos que nos creíamos de bien.

No tengo espacio para completar el análisis, pero la conclusión es dolorosa: los arreglos ya están y la refrendación plebiscitaria ni siquiera importa. Resta la oración para lo cual propongo la plegaria del Rincón de Dios escrita por el Papa cuando era Cardenal en Argentina y que se rezaba al final de cada eucaristía celebrada en el país del Sur. 

Preparémonos para el 2018, la dupla del posconflicto será Petro - Robledo. ¿Cual será la contraparte?

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La caída del populismo en Argentina, la difícil coyuntura por la que atraviesan Brasil, Chile y Ecuador y el desprestigio de Maduro dan pie para una esperanza, el declive del Foro de Sao Paulo mentor del socialismo del siglo XXI.

El Rincón de Dios

Jesucristo señor de la historia, te necesitamos. 

Precisamos tu alivio y fortaleza.

Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.

Danos la valentía de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a quienes nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz.

Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. 

Tu nos convocas.

Aquí estamos, Señor cercanos a María, que nos dice: ¡Canta Colombia y camina!

Jesucristo, Señor de la historia ¡Te necesitamos!

Amen