La ONU
La ONU y la OEA tienen la misma función de las
tetillas de los hombres, ninguna. No obstante el club de Nueva York de la
primera, y el de Washington de la segunda, se reúnen con frecuencia, hablan
babosadas y nada remedian. Ahora en el primero están haciendo floridos
discursos, que quedarán en los archivos, los presidentes de las naciones. Ya
habló el nuestro que se contradice al declarar que no habrá impunidad mientras
asegura que la justicia no puede ser obstáculo para la paz y reclama autonomía
que no tiene desde que el país adhirió a la Corte Penal Internacional. Por
estar embelesado con la Habana olvidó el expansionismo de Ortega, al que se
refirió con contundencia la Presidenta costarricense.
El presidente Pastrana en el proceso de paz en El Caguán
aplazó durante tiempo prudencial el ingreso efectivo a la CPI para darle la
oportunidad a las Farc de firmar un acuerdo. El primer punto durmió el sueño de
los justos durante tres años en los cuales los terroristas se fortalecieron y
armaron, hicieron al gobierno pistola con los dedos de los pies y lo
engatusaron con los comités temáticos para “acopiar insumos” para la agenda. El
desenlace es de todo conocido. La voluntad de paz de los terroristas era
ninguna, como lo es ahora.
Pero la diferencia entre el proceso del Caguán y el
de la Habana es monumental. Pastrana tenía un bien definido plan B por lo cual
firmó el Plan Colombia con los Estados Unidos, efectuó apropiada reingeniería a
las Fuerzas Armadas, empezó a fortalecerlas y, esto, le permitió al presidente
Uribe pasar de la defensiva a la ofensiva. JMS, por el contrario, ha hecho lo
posible por desmoralizarlas con su ambivalencia y falta de respeto. Ha
demostrado que como ministro de Defensa no fue más que un muñeco, el que
mandaba era el que tenía pantalones, el Presidente.
“La paz
exige cuatro condiciones esenciales: Verdad, justicia, amor y libertad”. Juan Pablo II.
La única forma de llegar a la verdad es a través de la justicia, esta puede
moderar la pena de acuerdo a la coyuntura, pero no permite la impunidad que se
propone y los terroristas exigen.
Las conversaciones están estancadas en el segundo
punto y parte del primero, y, aunque trate de venderse al país que solo
llevamos diez meses de conversaciones, esto no es verdad, desde días posteriores
a la posesión de JMS se habían discutido y sellado acuerdos con la intervención
de Chávez su nuevo mejor amigo, su hermano Enrique, y que Roy Barreras logró
convertir en leyes. Son los mismos tres años de mamadera de gallo que sufrió
Pastrana. Necesitan ahora un esguince legal a lo resuelto por la Corte
Constitucional y las normas de la CPI, no será difícil con un Fiscal de
bolsillo proclive a las Farc.
Lo peor es que el proceso está contaminado con el
afán reeleccionista que induce a concesiones exageradas que serán ratificadas
por un referendo que se convertirá en mandato. Como van las cosas, quedarán
luchando para la segunda vuelta JMS y Clara López, muchos sin pensarlo votarán,
no por ella, contra Santos por la enorme desilusión de un mandato sin resultados
y de tumbos, con vaselina y sin esfuerzo alguno, llegaremos a lo mismo, el
castro-chavismo. Increíble que los pelagatos de la Habana impongan su modelo a
cuarenta y siete millones de colombianos.
El Rincón de Dios
“La gran diferencia entre lo material y
lo espiritual es que lo material tiene un valor temporal, momentáneo, mientras
que lo espiritual tiene un valor infinito.”