¿Soy guerrerista?
“Cuando las
palabras pierden su significado, la gente pierde su libertad...” Confucio
No creo que haya una sola persona en Colombia que no
quiera la paz, yo también la quiero; pero no a cualquier precio; no una paz sin
reparación a las víctimas, aunque sea simbólica; no una paz con impunidad total
como a la que aspira el Fiscal, cuyo discutible período fue ampliado por el Consejo
de Estado gracias al equilibro de insulina de Magistrados que aceptan altas
dosis de mermelada sin que su salud afecte.
Tengo claro que si queremos la paz tenemos que
tragarnos muchos sapos: comulgar con congresistas de las Farc, aceptar con
resignación que ocupen puestos públicos. Tengo claro también, que eso para
ellos no es relevante, buscan el poder a toda costa y, en ello, han recibido
claras directrices de sus anfitriones, el difunto Chávez, los hermanos Castro,
Diosdado Cabello, Nicolás Maduro, personajes cuya “transparencia” democrática
conocemos y, ahora, se nos confirmó con creces.
Tengo serias dudas sobre las conversaciones de la
Habana por estar manchadas con la aspiración de Santos a la reelección, así haya
tratado de vendernos la ocurrencia de que solo sería por dos años, sugeridos
por Teodora, lo que requería reformar la Constitución, o lo que es más fácil,
pasársela por la galleta como lo hicieron en Venezuela ratificando el entuerto
en precipitada reunión de Unasur y, la genuflexión inmediata de jefes de estado
cuya pensamiento sobre el socialismo del siglo XXI agrupa, incluido por
supuesto, Juan Manuel Santos, para quien
la dignidad no importa. Por encima están sus intereses. La carta de JMS mamándose de su propuesta, es más
ridícula que la actitud de su amigo Maduro.
Si analizamos con cordura lo tratado en el Foro de
Sao Paulo el 8 de abril en Bogotá, por muy imparciales que seamos, nos deja atónitos.
Veamos algunas posturas: “La paz no interesa, es solo un vínculo para lo que se
busca, la toma del poder.” “…las Farc no deben abandonar las armas ni desmovilizarse
completamente, y es necesario que los opositores a la subversión sean
“acallados” a como de lugar…” “…es
imprescindible sacar adelante el tema de tierras y zonas de reserva campesina,
ya que esto servirá para hacer presencia y gobernar en territorios del país,
logrando autonomía importante con miras a la toma del poder total en Colombia…”
Que se digan estas cosas en un foro de mamertos, donde la principal
protagonista es Piedad Córdoba, no
debería preocuparnos, están en su derecho de pensar como quieran, pero ¿hasta
donde está el camarada Santos, como
allí lo llaman, metido en el cuento? En el foro, varias veces mencionaron su
apoyo.
Una cosa apacigua algo mis ánimos: Para las Farc el
momento de negociar es ahora o se les pone el dulce a mordiscos. Pero el
cronómetro está en su contra, nada parece haberse definido hasta ahora y de
allí los dos años adicionales que buscan Teodora
y Santos. Después de haber
traicionado a 9 millones de votantes, ¿cuantos seguirán creyéndole? Y aquí
aparece otra encrucijada: La izquierda ya está definida a irse con Clara López,
mientras que el centro y la derecha siguen dando tumbos y no hay una
convergencia como la que logró Venezuela con Capriles. El resultado de ir
divididos a las urnas dejará las cosas en manos de Santos y Clara López.
¡Que susto!
El Rincón de Dios
“Una condición previa para la paz es el
desmantelamiento de la dictadura del relativismo moral y del presupuesto de una
moral totalmente autónoma, que cierra las puertas al reconocimiento de la
imprescindible ley moral natural inscrita por Dios en la conciencia de cada
hombre.” Benedicto XVI