martes, 6 de septiembre de 2011

Crónica 451


¿La ética es para filósofos?

No a muchos ha impresionado esta frase que J. J. Rendón, asesor de la campaña de Luis Pérez, soltó en una entrevista en  la revista Semana. Me impacta que Pérez, a quien no puede echársele la culpa de la frase, se haga el de la oreja mocha, como quien dice, poco o nada le importa la ética de su asesor lo que por ende afecta la suya, que en mi percepción, al quedarse callado, debe andar por los mismos lados. Vale la pena razonar si una persona de esos principios merece el voto para la alcaldía de Medellín. O dirá que como no es filósofo a él no lo toca. Por lo menos yo, no voto por el señor Pérez.

El cambio en el Ministerio de Defensa

Se venía venir desde hace rato. El deterioro de la seguridad era evidente y, aunque toda la culpa no es del ex ministro, si lo es que haya tratado de tapar el sol con las manos disfrazando el tema con lo que olímpicamente bautizó como “percepción de inseguridad”.
Infortunadamente, el gobierno no tuvo a tiempo en cuenta el cambio de estrategia de las Farc, que originaron parte del problema, y las llamadas Bacrim se crecieron por falta de acción contundente. El Presidente por darle gusto a todo el mundo se echó con las petacas. Los resultados están a la vista, no amerita repetirlos.
Vamos a tener que ser tolerantes con el nuevo ministro. Es como cuando se aumentan unos kilitos en vacaciones, es facilísimo, pero bajarlos es cosa del otro mundo. En este caso hay además asuntos de gran calado que deben resolverse y a los que no se les ha parado muchas bolas, aunque ya se va teniendo conciencia sobre lo que denunció el ministro Rivera, y Pinzón resolvió incluir en la reforma a la justicia: recuperar el fuero y la justicia militar para juzgar a los soldados y oficiales en los actos de guerra. Durante mi paso por la Escuela Militar, me acuerdo del terror que se le tenía a los Consejos de Guerra, por su severidad.
Es fundamental evitar la desmoralización de nuestras Fuerzas Armadas oyendo otra denuncia de Rivera, que hay mas jueces juzgando militares que guerrilleros de las Farc. Lamentablemente, algunos de estos jueces se dejan influenciar por la presión de los medios de comunicación y algunas ONG que se hacen llamar de derechos humanos, claramente manejadas por mamertos y financiadas por los grupos ilegales, cuyo interés es desacreditar y neutralizar las fuerzas del orden. Que los excesos, violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario deben castigarse, no me cabe duda; pero que las condenas anticipadas e injustas no deben prevalecer, también es un hecho.
Afortunadamente, Santos también debió aceptar que disminuir el presupuesto de las Fuerzas Armadas era un exabrupto y adicionó nuevos recursos, que además eran del ejército, porque el impuesto al patrimonio se creó con ese fin y no puede cambiarse su destino.
No se hicieron esperar otros cambios que se pedían a gritos: el reemplazo de el Almirante Edgar Celis, marino buena gente; pero su experiencia en el mar no le ayudaba en las operaciones terrestres. El general Alejandro Navas, nuevo comandante general parece tener todos los atributos, aunque para mi gusto, el hombre de valía para estos momentos habría sido el General Matamoros, llamado a calificar servicios a principios de año. Error garrafal.  
Sin dejar de aceptar que lo sensato es la negociación política del conflicto, es necesario reconocer que para ello se necesitan verdaderos hechos de paz por parte de la guerrilla, que ha dejado pasar de largo oportunidades que jamás volverá a tener, y que, posiblemente, sea parte de su incongruencia y deseo de permanecer en la lucha armada. No creo en la posibilidad de una amnistía que las Farc desperdició en el Caguán y el Eln en Cuba. Son demasiadas las presiones internacionales y, la adhesión a la Corte Penal Internacional que Pastrana y Uribe aplazaron para facilitar los diálogos, y que no aprovecharon, no admite amnistías e indultos para delitos atroces, que son casi todos.  
Por lo tanto hay que regresar a la Seguridad Democrática aunque a muchos disguste. Se debe seguir acorralando a los terroristas en sus guaridas y, en vez de respirarle en la nuca a ‘Cano’, capturarlo para que responda por sus crímenes o darlo de baja como a su súbdito ‘Jojoy´. Para eso nuestro ejército necesita garantías, un gobierno que lo defienda, una ciudadanía que lo respalde, y unos medios que, en lugar de criticarlo, lo animen en la lucha por el bien de todos los colombianos. Son los soldados que dan la vida por nosotros, no unos periodistas refugiados detrás de sus escritorios, o en el exterior, que denigran de todo, descalifican y prejuzgan. También es necesario introducir la sindéresis en las cortes y la fiscalía, y dejar de lado los falsos profetas que por todos lados nos invaden y nuestras autoridades alcahuetean o les temen.
Por último y enésima vez, insisto en la necesidad de que la Farcpolítica no se ampare. Hay que perseguirla, juzgarla y mandar a la cana los culpables de ese delito.

El rincón de Dios

Oremos por los que sufren por causa de la injusticia y la violencia, para que entiendan que hay un Dios justo y misericordioso, que al final dará a cada cual según lo que haya sembrado.

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