Patente de corso
El acuerdo final obliga a ambas partes, pero se aplica la ley del embudo al revés, cuatro mil guerrilleros reinsertados disfrutan del lado ancho y cuarenta y nueve millones debemos conformarnos con el estrecho.
Los casos de ‘Santrich’, ‘El Paisa’ e ‘Iván Márquez’ son patéticos: al primero lo agarran con las manos en la coca después de la firma de los acuerdos y la JEP le brinda patente de corso para burlar la justicia ordinaria a la que debería responder; el segundo anda más perdido que el hijo de Lindbergh, según fuentes de alta credibilidad continúa delinquiendo; el tercero salió corriendo para la selva cuando agarraron a su sobrino en el negocio con `Santrich´ lo cual despierta serias sospechas.
Después de más de un año la JEP no pudo establecer si 2017 era posterior a 2016, tampoco si la carta de presentación de ‘Márquez’ enviada desde las “Montañas de Colombia” es auténtica o maquinada por sus asesores y si está en Colombia o bajo la tutela de Maduro, e ignora, cuales son los problemas de seguridad que le impiden a ‘El Paisa’ cumplir con la obligación de presentarse. Mandos de las Farc incumplen y nada pasa.
Independientemente de la extradición es difícil entender políticos y juristas, que deberían ser dignos, respaldando a ´Santrich´ para eludir la justicia ordinaria dizque porque atraviesa palos en la rueda al proceso de paz, cumplir y hacer cumplir los acuerdos es el camino para lograr la no repetición, no la alcahuetería. Seguir delinquiendo representa todo lo contrario.
El espejo del marxismo de Venezuela no hay que verlo allá, está en los semáforos y esquinas de nuestras ciudades.
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Simetría: La justicia para ‘Santrich’ y la que se aplica a Andrés Felipe Arias. Sin juzgar posibles delitos ¡los personajes son como diferentes! ¿o no?
El Rincón de Dios
“El compromiso es la respuesta valiente de quienes no quieren malgastar su vida, sino que desean ser protagonistas de la historia personal y social.” Juan Pablo II
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