miércoles, 10 de julio de 2013

Crónica 517

El tiro por la culata

Me lloverán rayos y centellas por apoyar el artículo Error Olímpico de Jaime Andrés Jaramillo publicado en El Colombiano del 5 de julio. Creí como él, que lograr la sede de los juegos olímpicos era pan comido y la enorme inversión de dineros no recuperables había surtido efecto, al ver el triunfalismo del gobernador y el alcalde.
Pienso en la Ciudad más Innovadora que ganamos. No voy a decir que Medellín no es una belleza, que hay mucho para mostrar y admirar, pero del dicho al hecho hay mucho trecho.
Me declaro perezoso en materia turística en nuestra ciudad, mis visitantes tienen poco tiempo, así es fácil, los guío o recomiendo cosas que me gustan: El Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, el museo que conocemos como Botero, no por su verdadero nombre, el Jardín Botánico, el Parque Explora, el Parque Arví con paso obligado por la Biblioteca España obviamente utilizando el Metro y el Metro Cable como medios de transporte, y pare de contar.
Salgo poco de El Poblado que según las fotos antiguas que tiene en su poder mi gran amigo Juan Kalb y de vez en cuando miramos recurriendo a su increíble memoria, era de lo más lindo. Hoy, ante la desidia y falta de visión de nuestras autoridades, está convertido en un bosque de cemento con edificios apilados al pie de la calle, en muchos sitios sin aceras para los peatones que deben desplazarse por la vía exponiendo su vida, vías que jamás podrán ampliarse para permitir una decente movilidad. Pero en fin, algo de verde queda, a no ser que se les ocurra otro adefesio como el Metroplús en la avenida 43ª de Envigado paralelo al Metro, en lugar de alimentarlo en espina de pescado como debe ser, que acabará con el túnel verde mas hermoso del Valle de Aburrá.
Las gestiones que de vez en cuando debemos atender nos sacan del entorno y ahí es Troya. Fui al centro, no por las avenidas principales que vaya y venga, por las calles que a ellas llevan, ¡que desastre! Están plagadas de vendedores ambulantes de todos los pelambres invadiendo el espacio público. Ofrecen frutas,  bazuco, mercancía de mala muerte, celulares ¿robados?, películas y libros piratas, cachivaches de toda índole, tinto, rosquillas y jugos preparados quien sabe como. Miles de motos estacionadas en diagonal ocupan un carril entero de la calle por la que también van los transeúntes, porque las aceras son para las ventas, y en el otro paran taxis y busetas donde les viene en gana formado un caos monumental. Cuida bien lo que lleves encima,  en un santiamén pueden robarte las medias sin quitarte los zapatos. ¡La otra cara de la innovación!
Por eso no sé, y no tengo autoridad moral para aseverarlo porque soy negado para los deportes, si más bien los dineros invertidos para tratar de conseguir este evento más vale haberlo asignado a limpiar y organizar el centro de Medellín, recuperar Junín, donde en nuestra juventud coqueteábamos a las mujeres más hermosas que practicaban el placer de “juniniar”.
No queda espacio, para otra cháchara referente a las comunas de que se han adueñado los combos. Será tema para otro día.

El Rincón de Dios

Aleja, Señor, del horizonte de nuestro pensamiento: La autosuficiencia que nos convierte en esclavos de nosotros mismos; el orgullo que nos hace sentirnos dueños absolutos de todo lo que acontece; la vanidad que nos pierde; la insipidez que nos impide el encuentro contigo; la apatía que nos convierte en grandes desconocidos tuyos.


No hay comentarios:

Crónica 961

¿Otra vez mi general borracho? Definitivamente tenemos un desgobernante digno de admiración: nombra los principales delincuentes “gestores d...