Salsipuedes
No es el porro de Lucho Bermudez, es Bogotá. Una de las
cosas que extraño en Bogotá son las cámaras de foto multa de Medellín. Muchos las
detestan, pero pronto se convencen de su provecho, aparte de las críticas que
generan sobre la parte de los recaudos que van a parar a bolsillos particulares,
para amortización y utilidad de la inversión en el sistema, lo cual no es tema
de este comentario.
La verdad es
que a medida que transcurre el tiempo se empieza a notar el elemento educativo
en que se han convertido: respeto a la velocidad en zonas residenciales y vías
principales; a la no invasión de las cebras para el cruce de peatones; a
las intersecciones viales; a las
señales de semáforos en amarillo o en rojo; a las zonas de estacionamiento
prohibido; a los cruces indebidos, etc., todo lo cual mejora sensiblemente la
movilidad, contrario a lo que en la capital sucede, que es un caos.
Por estos
lados, parte de la enorme congestión no es tanto como se dice el número de
vehículos en circulación, sino la indisciplina, falta de autoridad y deterioro
de las calles. Es increíble ver en las vías principales estacionados vehículos
en lugares prohibidos, obstruyendo uno de los carriles, mientras sus dueños
están haciendo gestiones en el banco, compras u otra clase de tramites y la
autoridad no aparece. Las intersecciones viales siempre se bloquean, aplica la
ley del más fuerte, con lo cual se anula la utilidad de los semáforos y, así
por el estilo. El Transmilenio que es una maravilla, está congestionado por
falta de nuevas rutas y más buses articulados, lo que espanta a posibles
usuarios que podrían utilizarlo. La integración del sistema de transporte está
por verse.
El pico y
placa de dos días completos a la semana es un adefesio. Para quienes no tienen
con qué, se les limita la movilidad y afecta su productividad en el trabajo
como es el caso de constructores, personal externo de ventas, etc. Quienes
tienen la plata, han recurrido a uno o más vehículos adicionales y, ahora que
en Colombia los carros usados se deprecian a la velocidad de países desarrollados,
estos se han convertido en solución perfecta. Los automóviles que se retiran de
circulación por el pico y placa representan un ínfimo porcentaje de lo planeado,
con el agravante de que el crecimiento artificial del parque automotor generado
por la medida, hace la situación irreversible.
El agua gratis
Hay otras
cosas que inquietan a los bogotanos, como de donde saldrá la plata para la
gratuidad parcial del agua en los estratos 1, 2 y 3, no porque sea una medida
absurda, que posiblemente no lo es, sino por los costos que el distrito deberá
reembolsar a la empresa de acueducto para no quebrarla, y lo difícil que esto
resulta por parte de los organismos oficiales, como está demostrado en
infinidad de casos. Lo grave es que se plantea antes de educar la gente para el
consumo.
Podrían
ensayar algo que en Medellín ha hecho Empresas Públicas con la electricidad y
está implementado para el acueducto: las tarjetas prepago del servicio. Me
consta que esto ha solucionado problemas que se presentaban con cortes de
energía y racionalizado su consumo. Hablando con usuarios de barrios pobres
donde se aplica este sistema, encontré que una tarjeta de dos mil pesos, que
antes les duraba un día, ahora la hacen rendir hasta cuatro. Han aprendido a
apagar las luces que no necesitan; a utilizar la parrilla solo el tiempo
indispensable; a no usar otros electrodomésticos, como la televisión si la
tienen, fuera de los tiempos de disfrute; utilizan bombillos ahorradores o de
menor consumo; están aprendiendo a utilizar el gas para la preparación de
alimentos, para lo cual otra empresa les regala el primer cilindro. Estoy
seguro que con el suministro de agua a través de tarjeta prepago, pasará lo
mismo.
Estas
críticas no le quitan a Bogotá su encanto y su importancia como capital. Solo
empañan su belleza y la calidad de vida que le han hurtado malas
administraciones por la ceguera de quienes tienen el poder de elegir los
alcaldes con su voto. Ojalá que lo que han vivido los haga pensar que es mejor
cumplir con el deber en las elecciones, antes de salir de paseo para Peñalisa,
Anapoima, Mesa de Yeguas, el Peñón o Villeta.
Me dejó frío
El fallo de
la Corte Suprema de Justicia que determinó que el secuestro y asesinato de
Gloria Lara no fue un crimen de lesa humanidad. El M19 fue el iniciador de los
secuestros en Colombia con los de José Raquel Mercado, Gloria Lara, Octavio
Villegas y mi primo Jesús Eduardo Sarmiento. Si estos no son crímenes contra
civiles, ¿cuáles son?
El rincón de Dios
Para amar la Trinidad “…bastará dejar libre el corazón. Separarlo
poco a poco de los valores relativos que lo entusiasman provisionalmente. Explicarle
despacio que en todas las cosas buenas, en las nobles acciones, en la hermosura
que encontramos, de pronto, por las esquinas del mundo, el Señor ha dejado sus
huellas.
Bastará explicarle a nuestro corazón que su
sed de ternura, su ansia de compañía, su deseo de sincera intimidad, aunque a
veces lo engañen, algún día lo podrán conducir hasta Dios.
Bastará motivar a nuestro inquieto corazón para que alguna vez se asome
al infinito y, desde el marco de las cosas visibles, se proyecte al amor de lo
invisible.” Padre Calixto
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