martes, 26 de julio de 2011

La Crónica

Estatuto Anticorrupción
Aclaro que no lo he leído, ni lo haré. Me basta con los comentarios de los medios para darme por enterado. A muchos ha gustado, me parece bien. No lo comento, pienso que leyes es lo que en este país sobran y no les falta inciso para poder salirse por la tangente. Muchas no se aplican con el rigor debido, si es que alguna vez se aplican, otras se acomodan a la voluntad de los togados, de manera que, mientras no se reforme la justicia, muchas leyes serán irrelevantes o inocuas.
Pienso personalmente que la corrupción no se soluciona con una ley. Debe empezarse por recuperar la moral y la ética perdidas por haber desterrado a Dios de las escuelas. No me refiero al Dios de la religión católica, me refiero al de todas para aceptar la libertad de cultos. Las que he auscultado, se basan en similares principios: difunden las primicias morales esenciales, base de la ética.
Recuerdo en mi niñez, las sabias enseñanzas del catecismo del padre Astete simples y elementales. En unas pocas páginas resumía el respeto a las leyes de Dios que, básicamente, las otras religiones acogen. Lo importante es lo fundamental que se centra en el amor, la moral, el perdón y el respeto por lo ajeno. Lo primero es volver a la enseñanza en las escuelas de los valores espirituales que enaltecen la vida humana y empezar con ello desde la primera infancia, llevándolo hasta la universidad.
Se ha cambiado la enseñanza de la ética en el trabajo y la excelencia en la vida profesional por una enseñanza de la sexualidad, prematura para la edad de los alumnos, dándole una relevancia de prioridad mal entendida. En la cartilla Aprendiendo de mi que difunde el Ministerio de Educación, vemos este párrafo dirigido a los niños de cuatro años.
“Cuando un hombre y una mujer se quieren, comparten muchos momentos de unión espiritual y física. Uno de ellos es cuando están solos y muy cerca el uno del otro, ambos desnudos, muy juntos, los besos y las caricias que se dan hacen que el pene del hombre, que estaba flojito, se ponga duro y bien derechito. Así se prepara para ser introducido en el huequito de la mujer que se llama vagina. Estando así, los dos sienten mucha felicidad”.
Sería un fanático retrógrado si me opusiera a la enseñanza sexual en las escuelas; pero honradamente me parece que el texto anterior está fuera de foco para un niño de cuatro años de edad. Y si siguiéramos haciendo el análisis de la citada cartilla, encontramos otra serie de enseñanzas que no me cuadran, como aquella que pretende reconocer otras características genéticas de los jóvenes, antes que su género, olvidando la diferencia entre el hombre y la mujer, cuando se habla de caricias, por ejemplo.
Por la experiencia en mi trabajo en barrios económicamente deprimidos, he sacado la dolorosa conclusión que la difusión indiscriminada de la sexualidad y el uso de anticonceptivos, sin acompañamiento de su contrapeso moral, ha contribuido a la promiscuidad porque se ha perdido el pudor y la intimidad. Pero no es solo mi apreciación, la prensa ha divulgado su preocupación por el desmedido crecimiento de embarazos de adolescentes, que en buena parte se relaciona con lo anterior.
Colateralmente, se ha incrementado exponencialmente el número de abortos. Si bien la sentencia de la Corte Constitucional solo establece tres casos para que se practique legalmente, permite que la mujer declare que fue violada sin necesidad de comprobarlo, porque entonces, según la misma Corte, su intimidad se ve afectada o se violaría el libre desarrollo de su personalidad. Anulada la objeción de conciencia para los médicos, que de esta manera los obliga a practicarlo, el aborto en Colombia es totalmente legal, aunque se disfrace.
Va desapareciendo el concepto de la familia, no se trabaja con ella desde la escuela el aspecto moral y, a partir de una niñez desorientada sin formación ética, los hombres del mañana serán fácilmente proclives a la corrupción. Sumemos a esto la proliferación en los barrios de las bandas criminales, cuyos jefecitos van escogiendo la niña que quieren como suya para saciar sus instintos y vemos como la corrupción desde allí se magnifica hacia el futuro.
Confesión
Padre me acuso de haber votado por Juan Manuel Santos… Tranquilo mijito que eso no es pecado… ¿Ah? ¿Y entonces por qué siento tanto arrepentimiento?
Bebiendo de su propia medicina
Me duele por Noruega el ataque terrorista de que fue objeto con gran destrucción, muertes y heridos. Algo que creían solo podía pasar a los demás. Ojalá este llamado les sirva para evaluar si vale la pena seguir siendo la sede de la página Anncol de las Farc y dejan de creer en una subversión que hace rato dejó de lado su ideología para cambiarla por las drogas ilícitas y dedicarse al terrorismo mondo y lirondo. La conclusión debe ser clara: el terrorismo existe y no tiene fronteras.
El rincón de Dios
“Lo único que permanece eternamente es el alma humana, el hombre creado por Dios para la eternidad. El fruto que queda por tanto, es el que hemos sembrado en las almas humanas, el amor; el conocimiento; el gesto capaz de tocar el corazón; la palabra que abre el alma a la alegría del Señor.” Benedicto XVI

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