martes, 2 de septiembre de 2025

Cronica 993

Colombia ante el espejo: ¿diplomacia o complicidad?

Invocar la integración latinoamericana o una salida pacífica a la crisis venezolana no justifica el respaldo del presidente Gustavo Petro al régimen espurio de Nicolás Maduro. Esta postura plantea serios interrogantes sobre la política exterior colombiana. ¿Es legítimo enviar tropas para apoyar un gobierno señalado por narcotráfico y terrorismo? ¿Es legal y constitucional esta orden? Y si no lo es, ¿puede el ministro de Defensa acatarla? mi paso por la Escuela Militar me enseñó que una orden ilegal no debe cumplirse.

Las implicaciones son profundas: soberanía comprometida, seguridad fronteriza debilitada y relaciones tensas con aliados históricos como Estados Unidos. La política exterior no puede estar guiada por afinidades ideológicas ni nostalgias revolucionarias. Colombia necesita una diplomacia firme, ética y estratégica que defienda los derechos humanos, la democracia y los intereses nacionales. El respaldo a Maduro no cumple con ninguno de estos criterios.

Tras una eventual ofensiva contra el Cartel de los Soles en Venezuela, no sería sorprendente que Trump dirija la mirada hacia Colombia. El ELN, las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo representan estructuras criminales con fuerte presencia en el narcotráfico internacional, lo que encajaría en la narrativa de “guerra contra las drogas” promovida por Estados Unidos. 

Esta posibilidad abre un escenario complejo: por un lado, podría significar mayor presión internacional sobre estos grupos; por otro, plantea riesgos de tensiones diplomáticas y cuestionamientos sobre la soberanía colombiana frente a posibles acciones unilaterales.

Petro ha afirmado que una invasión a Venezuela podría bajar el precio del petróleo, afectando a Ecopetrol. Pero ¿vale la pena arriesgar nuestra reputación internacional por esa razón? Si Colombia se alinea con un gobierno sancionado, podríamos enfrentar represalias diplomáticas y económicas. ¿Y acaso la suspensión de la exploración de hidrocarburos no ha tenido ya efectos negativos? La depreciación de la acción de Ecopetrol se debe a decisiones erráticas. ¿No es más contaminante el gas importado que el producido localmente? ¿El contrato de desgasificación es otro escándalo? El subsidio al ACPM, afecta también las finanzas de la empresa. 

Petro tiene el deber de explicar con claridad qué busca con esta alianza y qué está dispuesto a sacrificar en nombre de ella. Porque si seguimos por este camino, el costo lo pagará Colombia, no Miraflores.

Y no olvidemos algo clave: apoyar a Maduro podría provocar una nueva ola migratoria de venezolanos hacia Colombia, agravando los desafíos sociales y económicos que ya enfrentamos.

En resumen, no se trata de estar a favor o en contra de Petro. Se trata de pensar en lo que es mejor para Colombia. Y defender a un régimen como el de Maduro, claramente, no lo es.

El Rincón de Dios

“La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura.” Vicente Espinel

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