Ganadería sostenible, el campo que la ley no ve
La validación de la Corte Constitucional a la Ley Agraria enfrenta el campo a otra batalla, ser comprendido. La implementación de esta ley queda en manos de burócratas ideologizados que desconocen el mundo agropecuario. En su narrativa, la ganadería es vista como el “gran contaminante del planeta”, en sintonía con el pensamiento de nuestro mandatario galáctico. Ignoran que estas tecnologías no son promesas, ya están en marcha y surgen ganaderías con emisiones mínimas o nulas al aplicarlas correctamente.
El silvopastoreo modular —con callejones forestales de especies nativas o comerciales como guamo, acacia, eucalipto o pino tropical— ha demostrado su eficacia. Sembrados entre 400 y 600 árboles por hectárea con distancias de 8 a 12 metros, este sistema mejora la productividad y minimiza el impacto ambiental. 
Las prácticas modernas incluyen drones para aforos y planificación de rotación de praderas; plataformas digitales para trazabilidad ambiental y certificación de carbono neutro; biodigestores para el tratamiento de estiércol y generación de biogás cuando hay estabulación; paneles solares para electrificación de cercas y bombeo de agua; compostaje y reutilización de residuos orgánicos como fertilizante; razas adaptadas como Brangus y Romosinuano, entre otras; sombra natural y acceso permanente a agua limpia. 
En los sistemas silvopastoriles intensivos por la mejor conversión alimenticia la ganancia de peso en novillos puede alcanzar hasta 650 gramos/día, comparado con 250 gramos/día en sistemas convencionales; permiten triplicar o cuadruplicar la capacidad de carga animal por hectárea respecto a la ganadería extensiva tradicional, aunque los valores varían según el tipo de suelo, clima, especies forrajeras y manejo.
Mientras se repite el mantra de que “la ganadería contamina”, miles de productores implementan tecnologías limpias, regenerativas y eficientes; pero desde los escritorios capitalinos se legisla como si el campo fuera un obstáculo, no una solución. La sostenibilidad no se impone, se construye desde el conocimiento.
Estos son dos ejemplos claros: 
Izbeth González – Cundinamarca – Beneficiaria del proyecto de Ganadería Sostenible de FEDEGÁN, rehabilitó tierras degradadas, aumentó la biodiversidad y mejoró la productividad de su finca. 
Proyecto Corrientes – Argentina – Reconocido por la FAO, este proyecto logró aumentar la producción de carne en un 74% mientras reducía la intensidad de emisiones en un 21%. Se aplicaron prácticas de manejo de pasturas, rotación planificada y captura de carbono. Objetivo, carbono cero con la combinación de árboles y pastizales.
El Rincón de Dios
“Dios abre caminos donde no los hay. Cuando todas las puertas se te cierren, solo espera y confía”.
 
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