viernes, 12 de enero de 2018

Crónica 704

Nos ponemos las pilas o nos lleva el que nos trajo

Tiene toda la razón Jesús Vallejo en su columna que pueden leer en este enlace http://javalmejia.blogspot.com.co/2018/01/peleen-locos-que-hay-luna.html a la que añado algunos comentarios.
Con respeto a buenos amigos creo que les está faltando coherencia en este momento crucial para la patria. Nadie duda de los votos que obtuvo Marta Lucía Ramírez, de las firmas recolectadas por Alejandro Ordoñez, ni del triunfo de Iván Duque con el mecanismo aplicado por el Centro Democrático para seleccionar su candidato; pero tampoco podemos ignorar las posiciones en las encuestas de Sergio Fajardo y Gustavo Petro y, mucho menos, las firmas obtenidas por Germán Vargas Lleras que duplican las del candidato inscrito por estas, que le sigue.
Solo participo en política tangencialmente, me impide opinar con suficiente sentido sobre votos cautivos, transferibles, manejables, estrategias, clientelismo y otras yerbas de que oigo hablar ahora con frecuencia; estoy en ella de metido, tratando de defender la democracia, el estado de derecho y sus instituciones. Como nos decía mi padre, bobitos tampoco, puede que las neuronas no estén tan vigorosas como en la juventud, pero la experiencia, los reveces, éxitos y lo vivido despiertan el sentido común, por infortunio, hoy el menos común de los sentidos.
Que yo sepa no hay en el momento un partido más fuerte que el Centro Democrático por su coherencia y disciplina que, por diferencias de pensamiento algunos de sus integrantes quieren quebrar o, por malicia, los aspirantes a la imposición del socialismo trabajan con vigor para torpedearlo.
Mirando los toros desde la barrera pienso que las elecciones de 2018, “si nos dejan…” como dice la canción, hay que ganarlas en primera vuelta por un margen suficiente para impedir que nos barran o se las roben. Pero la realidad es que el Centro Democrático no ganará si se va solo, es indispensable una coalición fuerte y eso empieza con un enérgico respaldo a su candidato, gústenos o no, para que a corto plazo pueda convocar la coalición, liderarla si es del caso, o ser capaz de ceder su cupo si para lograr el triunfo fuese necesario.
Las debilidades las veo así:
Sergio Fajardo con su nadadito de perro lidera las encuestas, copia sus propias estrategias utilizadas para llegar a la alcaldía de Medellín, que no me chocó, y a la gobernación de Antioquia que ni fu ni fa. Tiene el respaldo de los cacaos antioqueños y, solapadamente, de la izquierda afiliada al Foro de Sao Paulo a la que pertenece, que conquista los votos de las Farc (unos 3 millones en sus zonas de influencia) que lo ven como el candidato con menos resistencia de los votantes y de los jóvenes que lo consideran apartado del clientelismo político y abanderado de la anticorrupción. Sería su ideal para el gobierno de transición a que aspiran.
Germán Vargas Lleras, sin repuntar suficiente en las encuestas, recolectó más de 5 millones de firmas que le dan un piso fuerte, es políticamente el más zorro y tiene su gran potencial en la Costa que pone votos de los buenos y de los otros.
Individualmente Duque; Marta Lucía y Ordoñez si se empeñan en una extrema derecha mandada a recoger, no superarían a Fajardo y a Vargas que, obviamente, llegarían a la segunda vuelta convirtiendo al segundo en el plan B. Sin coalición daríamos el paso al frente al borde del abismo en que nos encontramos. ¡Primero está la patria!      

El Rincón de Dios


"Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta". San Agustín

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