Llegó la hora de actuar en conciencia
“Sabemos que no
hay dogmas en política; solo hay verdades experimentales que acostumbramos
decorar con el nombre de principios”. Rafael Uribe
Uribe
No concuerdo con
calificativos de extrema derecha que algunos medios le están dando a la coalición
en buena hora integrada por Iván Duque, Marta Lucía Ramírez y Alejandro
Ordoñez, de ahí que traiga a colación la frase del General Uribe que desnuda
los fementidos dogmas políticos.
Una cosa es el pensamiento sobre el bodrio de La Habana,
otra muy distinta constituir una alianza donde cabemos todos, o la conformación
de un partido como el Centro Democrático que integramos personas con diversidad
de pensamiento a veces interpretada como divisoria, en lugar de incluyente que
es de lo que se trata. Militamos allí ex miembros del partido liberal en
obligado receso; conservadores ajenos a la mermelada, puestos y contratos;
ortodoxos de pensamiento más radical de derecha; pero todos unidos en un
propósito fundamental: defender las instituciones y la democracia de nuestra
patria.
El desafío es grande: muchos van aterrizando sobre la
necesidad de racionalizar los acuerdos rescatando lo redimible y modificando lo
tortuoso, después de un año escabroso volverlos trisas sería un suicidio. En
eso coincido con Marta Lucía; con Ordoñez en su concepción sobre la defensa de
la familia y, en lo demás, con Duque. Pero se requerirá revisar los acuerdos
para ajustarlos a lo racional, manejable y financiable. Para ello lo
fundamental es lograr una buena integración del Congreso, acabar con la
mermelada, las ambiciones burocráticas y el manejo de contratos. Eso solo lo
lograremos eligiendo gente honesta y comprometida. La responsabilidad de elegir
solo los mejores es nuestra, de lo contrario no tendremos autoridad moral para
reclamos futuros. El Congreso ahora es lo fundamental, un presidente sin apoyo
en el legislativo estaría maniatado.
Nos faltó arrojo
para hacer respetar el resultado del NO en el plebiscito, confiamos en un
presidente mitómano y tramposo, creímos en las Cortes, el Congreso, la ética,
el respeto a las leyes y a la Constitución a pesar de que ya nos habían
demostrado su incoherencia, no podemos seguir cayendo en ese limbo. Pero eso es
clavo pasado, tenemos que despertar para
corregir el rumbo, de lo contrario iremos como el Titanic de frente al Iceberg.
Y, eso, está en nuestras manos.
Yendo más lejos
debemos evitar un gobierno de transición o extrema izquierda que le abra las
puertas del poder a La Farc. Los postulados del Foro de Sao Paulo al que
pertenecen Fajardo, el Polo Democrático, Petro y Caicedo, Clara López y los
Verdes son claros y su vigencia en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y
Salvador están a la vista. La estrategia la dicta Cuba y vemos como las
elecciones planteadas por Maduro para perpetuar el chavismo en Venezuela son
claras, jamás abandonarán el poder, como no lo abandonarán Ortega, Evo ni los
sucesores de los Castro. ¿Alguna Duda?
Por eso, afinemos nuestras conciencias y votemos por lo
que creamos que al país conviene. Yo voy por la recuperación de la democracia y
el respeto a nuestras instituciones.
El rincón de Dios
“Al contemplar el panorama en el que nos desenvolvemos parece que nos
encontramos frente a una realidad sin posibilidad del retorno de una paz
estable y duradera. Como si estuviésemos condenados a vivir en una estado de
violencia y de pruebas, de angustia y de tristeza, de tensiones o de
insatisfacción permanentes. Es como si la felicidad se resistiera a venir de
una vez por todas y, por el contrario,
se alejase indefinidamente de la sociedad donde vivimos.”