martes, 12 de septiembre de 2017

Crónica 690

A Dios lo que es de Dios…

Fui crítico radical de la visita del Papa. No me parecía el momento oportuno y pensé, basándome en la capacidad de Juan Manuel Santos para vender farsas, artificios y mentiras, que multiplicaría la polarización política. Tenía también dudas, no por mi antipatía al capitulante proceso habanero, en las declaraciones previas de El Vaticano y del gobierno.
No oculto yerros como el de Villavicencio donde solo aparecieron las víctimas del paramilitarismo y del Estado mientras se impidió el acceso a respetables ONG de víctimas de las Farc. Lo entiendo por el montaje cínico del gobierno y del respaldo que debió recibir de altos jerarcas de la iglesia local, que no comprendo. Y, en Bogotá, donde solo se vieron víctimas sumisas, pero no aquellas que, con seriedad y respeto, habrían expresado una verdad inocultable. Las víctimas de las Farc sin duda, serán las que se reparen con ollas y traperas.
De otro lado, leídos discursos y homilías, tengo la clara impresión de que a Santos le salió el tiro por la culata. Los temas gruesos de la reconciliación y el perdón el Papa tuvo el cuidado de no sacarlos del contexto de los evangelios e insistió con vehemencia en la justicia, la reparación y la verdad, como esencia de la paz, diferente desde luego, a la de Timo-Juampa.
Mi amigo J. J. García aligeró mi trabajo de recopilar aspectos destacados de discursos y homilías del Papa. Utilizo algunas de las frases que me remitió en un sesudo análisis y que aquí complemento:
§ “Vine aquí para decirles que no están solos. La corrupción es un cáncer que destruye la sociedad.”
§ “Los derechos humanos se violan no solo por el terrorismo, la represión, los asesinatos sino también por las existencia de condiciones de extrema pobreza, y estructuras injustas que originan grandes desigualdades.”
§ “El odio, la envidia y la soberbia ensucian la vida”.
§ “No podemos dejar de destacar la importancia social de la familia.”
§ “No se trata de la ley del más fuerte, sino de la fuerza de la ley”.
§ “Con fe y esperanza se puede construir un país para todos los colombianos.”
§ “La paz debe construirse sobre la justicia, el desarrollo humano integral, el respeto de los derechos humanos, la custodia de la creación.”
§ “No podrá haber nunca verdadera paz mientras quede un solo ser humano al que se le vulnere la propia identidad personal.”
§ “Cuanto más difícil es el camino de la paz, más empeño tenemos que poner. Huir de toda tentación de venganza.”
§ “La dignidad de los niños debe ser respetada: pidamos que sea eliminada la esclavitud de los niños soldados en todo el mundo.”
§ “Frente a la tentación de la corrupción, no hay mejor antídoto que la austeridad. Y predicar la austeridad es además, predicar con el ejemplo…”
§ “El diablo entra por el bolsillo; no sirve mucho la riqueza en el bolsillo cuando hay pobreza en el corazón.”
§ “Jamás provoques lágrimas en un rostro que te ha regalado las mejores sonrisas.”
§ “Vengo aquí con respeto y con una conciencia clara de estar, como Moisés, pisando un terreno sagrado (cf. Ex 3,5). Una tierra regada con la sangre de miles de víctimas inocentes y el dolor desgarrador de sus familiares y conocidos.”
§ “Me llevo a Colombia en mi corazón.”
§ “No dejen de rezar por mí.” Y nosotros le pedimos Santo Padre que no dejes de rezar por una paz justa para Colombia.

El Rincón de Dios

“La misericordia existe, pero si tú no quieres recibirla, si no te reconoces pecador, quiere decir que no la quieres…” Papa Francisco

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