Regocijo
Hoy quiero felicitar muy especialmente al Dr.
Mariano Ospina Hernández en sus 90 años de vida, por su excelente blog la
Linterna Azul y por la creación del Foro de Atenas, promotores válidos de la
defensa de nuestra democracia en vía de extinción.
Quiero, como coloquialmente decimos, devolver
un poco la película: llegué a la gerencia regional en Antioquia de la Caja de
Crédito Agrario cuando empezaba el Frente Nacional, obviamente por mi herencia,
en representación del partido liberal. Al poco tiempo, fui trasladado a Bogotá
a la recién creada subgerencia de fomento que tenía a su cargo los
departamentos de fomento agrícola y ganadero, semillas, distritos de riego,
parcelaciones, vivienda rural, distritos de riego y construcciones.
Esta subgerencia tenía un comité encargado de
analizar los programas, proyectos, y licitaciones a que hubiese lugar, para
presentar a la junta directiva. Era un comité de lujo que, para mi orgullo,
presidía el expresidente Mariano Ospina Pérez y, allí, nace una bella amistad y
admiración con la familia Ospina donde las posibles diferencias ideológicas
jamás contaron.
Cuando se creó el Incora, por un incidente que
no hace parte de este comentario, el Dr. Ospina Pérez tuvo la amabilidad de
proponer a la Junta Directiva que recayera en mí la representación de la Caja
en la junta del Incora. Por avatares del destino allí mis vecinos de silla
fueron el Dr. Álvaro Gómez Hurtado y el cura Camilo Torres. Surgieron en ese
entonces gran variedad de temas que con el presidente Ospina debía discutir con
frecuencia durante el gobierno del Dr. Carlos Lleras Restrepo, algunos de los
cuales llegaron a palacio.
Pero lo de fondo es la gran herencia que el Dr.
Ospina Hernández recibió de su padre, gran conciliador y patriota que siempre
tuvo la patria por encima de sus posibles ambiciones personales. Jamás el
presidente Ospina puso por encima de las aspiraciones de su partido político,
el bien de la patria. Tampoco hubo una rivalidad, como se cree, con el Dr. Gómez
Hurtado, siempre primó entre ambos la salud de nuestra democracia y el progreso
del país.
Traigo
esto a colación por lo que últimamente me ha tocado vivir en contacto con el
Dr. Ospina Hernández. En él se refleja la prudencia en el manejo de situaciones
difíciles como la que ahora atraviesa Colombia, la diferencia del ala
conservadora que ha preferido la mermelada santista a la que está comprometida
en la defensa de nuestras instituciones, nuestras leyes, nuestra historia.
Su lucha sigue siendo firme, sin pausa, sin
tregua. Sus propuestas aterrizadas, sin pretensiones personales, sin
arrogancia. En la Linterna Azul y en el Foro de Atenas se oyen sugerencias de
todas las tendencias que a nadie excluyen, los análisis son profundos,
obviamente centrados en la defensa de nuestras instituciones y nuestra
democracia. Trató de conservar el mejor legado de su padre para el país: La
Caja Agraria que muchos añoramos y que, el Dr. Juan Camilo Restrepo, actual negociador
con el ELN, en su paso por el ministerio decidió convertir en el Banco Agrario
cuyas funciones han sido degradadas por el actual gobierno. El gran perdedor en
esta historia fue el campesino colombiano, ejemplo de honradez y vocación
trabajadora que ahora caerá en las fauces de Nuevo Acuerdo Final.
El
Rincón de Dios
“A veces
sentimos que lo que hacemos es una gota en el mar; pero el mar sería menos sin
esa gota”. Madre Teresa de Calcuta
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