martes, 28 de marzo de 2017

Crónica 671

Las matemáticas no son una opinión

Esta frase la utilizo con frecuencia, el resultado de sumar dos mas dos nunca dejará de ser cuatro. Es todo lo contrario a lo que sucede con nuestra jurisprudencia en Colombia que se convierte en opinión  directamente proporcional a la mermelada que se distribuya o a la genuflexión de nuestro presidente y la mayoría del congreso.
Fue así como se pasó por la faja el plebiscito que derrotó el acuerdo de La Habana; se aprobó una jurisdicción especial para la paz, instrumento de venganza que está por encima de nuestras leyes; se crearon las zonas de concentración que serán republiquetas; se suspendieron las fumigaciones con Glifosato, que han convertido nuestro país en el mayor productor de coca del mundo; y, esta semana, pasará a convertirse en nuestra nueva constitución el mamotreto inamovible en los próximos doce años, las trescientas diez páginas del nuevo acuerdo final.
Lo fue también el cambio de tercio de la corte constitucional, al aprobar el fast track por ella misma depuesto, y a ello se sumará la gangrena de la corrupción que nos corroe; desaparecerán como por hechizo los escándalos de Odebretrch, dejando impunes los untados con las coimas, como lo serán los narcoterroristas perdonados por el delito de narcotráfico declarado conexo con sus fechorías, ahora calificadas de derecho de rebelión. O todos en la cama o todos en suelo…
Se convirtió en opinión lo que diga la majestad de cogobierno creada “de acuerdo a nuestros intereses” –de las Farc por supuesto– como se aceptó plasmarlo en los acuerdos de la Habana, que en su página 139 define con toda claridad la conformación y funciones de la CISVI.
Se convertirán en opinión también las validaciones “de acuerdo a nuestros intereses” conque se van implementando los convenios de la entrega de nuestra patria a quienes sin poder conseguirlo por las armas, lo obtuvieron a través de los acuerdos de La Habana y, ahora, cogobiernan nuestra patria. Dentro de poco desaparecerá el co de cogobierno que reemplazará una dictadura, copia al carbón de las de Castro y Maduro.
Como para que no quepa duda, también a través de la opinión y complacencia del régimen, ilegítimo por las coimas recibidas para su elección, se aprobará la reforma electoral con acomodaticia burocracia y nuevas curules en las que tendrán asiento los nuevos “ciudadanos” que seguirán sin utilizar sus nombres de pila. Para seguidores ingenuos o forzados, venden más los alias usados en la depredación ejercida durante más de 50 años.   
A punta de opinión cuarenta y nueve millones de colombianos entregamos a una manada de bandidos conformada por poco más de seis mil guerrilleros y siete mil milicianos, una patria que hasta la fecha había sido ejemplo de democracia, a una farsa que han llamado paz.
No nos cae de sorpresa el incidente de la invasión de militares venezolanos a Arauca con montaje de carpas de campaña y bandera izada con honores, similares a las utilizadas por el Sultán Solimán el Magnífico en sus campañas en las invasiones antiguas, y que nuestras fuerzas militares, desmoralizadas y de manos atadas no hagan nada. Tampoco lo es que Juan Manuel Santos cierre la boca ante tamaño despropósito, y la actitud pasiva de nuestra canciller, que antes había aceptado sin inmutarse la “decisión salomónica” de la Corte de La Haya de entregar 75.000 kilómetros cuadrados de nuestro mar caribe a otra república bananera regida por el comandante Ortega, parte integral del foro de Sao Paulo.
¿Se quedará en su casa el 1 de abril? ¡A MARCHAR! En sus manos está el futuro de sus hijos.     

El Rincón de Dios

“Engañar al prójimo es fácil, lo difícil es explicarle a Dios después”. Anónimo

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