Propósitos ocultos
El gobierno se cuida en encubrir
hechos fundamentales sobre los propósitos ocultos de las Farc: la desaparición
paulatina de las fuerzas militares y de la iglesia católica. No se entiende
como los generales activos ignorando sus deberes pasan de agache y algunos
prelados no vislumbran el peligro para la Iglesia, mientras promueven la vista
del Papa que se aprovechará para lograr el apoyo al manido acuerdo final que
pasará a hacer parte de nuestra Constitución.
No me extiendo en la salvación a los
hermanos Castro cuando, con la intervención del Papa Francisco, se terminó el
bloqueo de los Estados Unidos a Cuba en momentos en que el petróleo regalado
por Venezuela se había enredado por las caída de los precios y la escasez de
divisas en el país vecino. Y a Maduro y sus boliburgueses, les cayó como anillo
al dedo el apoyo papal cuando su caída era inevitable por el triunfo del
referendo revocatorio que con ese respaldo lograron engavetar.
Vemos en estos espejos lo sucedido a
la iglesia, que obviamente Cuba no muestra, y la manera en que el ejército se
convierte en un esclavo del régimen despótico alimentado por prebendas, coimas
y acceso a prácticas corruptas, como la del cartel de los soles del país vecino.
El discurso de Santos rodeado por el Cardenal
Rubén Salazar, Monseñor Castro y el Nuncio de Su Santidad no pudo ser más
engañoso, aunque faltó la compañía de Monseñor Monsalve, Arzobispo de Cali,
para completar el combo de los que comulgan con la peregrina idea de que las
Farc buscan la reconciliación y misericordia que enseña el evangelio.
En ese discurso Santos se declara
católico, cuando antes de posesionarse en su primer período presidencial recurrió
a recibir la bendición de los chamanes de la Sierra Nevada, y en el sainete de
la firma del acuerdo en Cartagena invitó brujos venidos desde Cuba y diferentes
partes de Colombia, muchos traídos por otro “católico creyente”, su escudero
principal Roy Barreras.
En entrevista del diario italiano La Repubblica al Papa, ante la respuesta
a una anterior pregunta, el periodista le hace notar que también el socialismo
de Marx y el comunismo querían construir una sociedad caracterizada por la
igualdad. “¿Usted también se refiere a una sociedad de tipo marxista?”, le
pregunta Scalfari. “Si acaso son los
comunistas quienes piensan como los cristianos”, el Papa le responde. No creo
que el Papa sea comunista; pero después de leer esta entrevista se entiende por
qué, a petición de nuestro mitómano dictador, dará apoyo a los bandidos de las
Farc que viene a bendecir y a perdonar.
Me enseñaron, y sigue en vigencia, que
para obtener el perdón es requisito cumplir estos mandatos: examen de
conciencia; dolor de las culpas y
contrición del corazón; confesar todos los pecados; propósito de enmienda; y cumplir
la penitencia. En síntesis: se reflexiona, se arrepiente, se corrige, se acusa
y expía.
Como simple feligrés debo recorrer ese
camino para recibir la absolución mientras las Farc, responsables de crímenes
de lesa humanidad, recibirán gratis el perdón del máximo jerarca de la Iglesia
a pesar de haberse negado públicamente a pedir perdón, reconocer sus crímenes,
reparar a sus víctimas y demostrar con hechos su voluntad de no repetición, ¿esguince
lamentable al Catecismo de nuestra Iglesia?
El Rincón de Dios
“Donde hay
amor, surge una luz en el mundo; donde hay odio, el mundo queda en la oscuridad”
Benedicto XVI
No hay comentarios:
Publicar un comentario