De las carreras no queda sino el cansancio
Siempre sostuve en mis columnas
que las Farc desde el primer día de las conversaciones habían sido
consistentes, jamás cambiaron una coma de su discurso y aspiraciones.
“Timochenko”, el oscuro día de la firma del NAF (Nuevo acuerdo final) lo dejó
claro, pidió un gobierno transicional para empezar a cogobernar antes de ganar
las elecciones en las que entronizará su partido en la Casa de Nariño.
Sobre lo que significa el
gobierno transicional mi amigo e historiador Alfonso Monsalve es claro: “es un
gobierno que hace el tránsito de una dictadura a una democracia; pero, en
nuestro caso, será el tránsito de una democracia a la dictadura del socialismo
del siglo XXI”.
María Isabel Rueda afirma en su
columna ¿Del No al Si o Si? publicada en EL Tiempo del 27 de noviembre: “Con
una simple “proposición”, figura del más bajo rango en el Congreso, se
refrendará la semana entrante un acuerdo que implica profundos cambios
constitucionales y legales.” Y Rafael Nieto Loaiza trae a colación este aparte
de la sentencia de la Corte Constitucional: “las consecuencias de la decisión
del Pueblo convocado en plebiscito [...] en modo alguno pueden comprenderse
como una mera sugerencia, sino como mandatos derivados del contenido y alcance
del principio de soberanía popular”.
Razones suficientes para pensar
que la decisión de refrendación del acuerdo que el gobierno hará a través del
congreso es ilegítima, lo cual a Juan Manuel Santos le importa una bledo, y
divide el país dramáticamente creando una situación sin precedentes de fractura
jurídica de inmensa gravedad. Claro, queda una posibilidad, que la Corte Constitucional sea
decente y haga cumplir la Constitución.
Tampoco se ha informado al
pueblo con la verdad, una sola referencia es la que después de declarar que el
NAF era inmodificable, se introdujeron el día de la firma 11 cambios
calificados como fe de erratas que pueden verse en: http://lalibertad.com.co/wp/2016/11/24/gobierno-publica-documento-con-fe-de-erratas-del-acuerdo-final-de-paz/ Luego si era posible introducir nuevas
modificaciones que a los triunfadores del plebiscito le fueron negadas.
Pero Santos tiene afán, debe
llevar el acuerdo firmado y refrendado a Oslo sin importar como, para
justificar a la brava su Nobel de Paz; mostrárselo al papa para que lo bendiga
y acepte su viaje a Colombia para respaldar la entrega del país a las Farc, y
decirle adiós al estado de derecho.
Lo que pudo ser una acuerdo
legítimo, sostenible y aceptable para la mayoría de los colombianos, si se
hubiese adoptado el camino del gran acuerdo nacional propuesto por quienes
triunfaron en el plebiscito, ahora se convierte en la manzana de la discordia.
¡Pudo más la vanidad que la razón!
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Abramos los ojos y miremos los
trinos de quien deberá avalar y defender el NAF en Unasur, Ernesto Samper:
“1/3 Con mucho pesar América
Latina despide a Fidel Castro, el líder latinoamericano mas importante del
siglo XX”
“2/3 Fidel nos enseñó el valor
de la libertad y el profundo significado del concepto de soberanía. Fue
luchador de mil batallas…”
“3/3 Su desaparición apaga una
luz que iluminó el firmamento regional
durante medio siglo”
¿Alguna duda?
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Felicitamos de corazón a nuestro
amigo Jaime Jaramillo Panesso por las merecida distinción del Congreso que ayer
le fue entregada por el Dr. Álvaro Uribe Vélez en sentido homenaje.
El rincón de Dios
“Hasta que quienes ocupan puestos de
responsabilidad no acepten cuestionarse con valentía su modo de administrar el
poder y de procurar el bienestar de sus pueblos, será difícil imaginar que se
pueda progresar verdaderamente hacia la paz”.
San Juan Pablo II.