Solo pensando...
El primer mapa detalla la ubicación de las llamadas Zonas
Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN) y campamentos, el segundo es la
última verificación de cultivos de coca donde aparecen 159.000 hectáreas de
cultivos que hoy algunos calculan en 200.000. La principales rutas son Venezuela
vía Catatumbo y Arauca; El Pacífico y Urabá. ¿Alguna coincidencia?
El 16 de mayo de 2014 se firmó el borrador del acuerdo Solución al Problema de las Drogas Ilícitas
en el cual las Farc adquirieron el compromiso de contribuir activamente a
terminar con este flagelo. Para ello, obtuvieron del gobierno nacional antes de
la firma del documento, la suspensión de las fumigaciones aéreas y la
prohibición del uso del Glifosato que el Ministro de Salud decretó el 28 de
abril de 2014 para lograr la “aceptación” de las Farc en la erradicación de los
cultivos ilícitos. Estas hicieron lo contrario como se desprende de estas
cifras: en junio de 2014 en que la ONU practicó un monitoreo, encontró 69.000
hectáreas de coca, en la última inspección de este año, se habían triplicado
los cultivos. ¡Menuda ley del embudo!
Una hectárea de coca de las variedades mejoradas que
ahora se siembran, produce por año unos 9.900 kilos. Un kilo en el mercado
local se vende por siete millones de
pesos, es decir, 63 milloncitos por hectárea/año. Como Santos es tahúr diría:
rebájala a la mitad, barájemela más despacio y vuelva a repartir, aceptando el
reto, la mitad son casi 800 toneladas. Los datos que se conocen le asignan a
las Farc el 80%. ¿Dejarán este negocio a través de acuerdos voluntarios con las
comunidades?
Esas mismas zonas son las de “priorización” para la
ejecución de la Reforma Rural Integral que dispondrá de un fondo de tierras de
3 millones de hectáreas, para que no se pierdan, equivale a la superficie de
Bélgica; se legalizarán otros 7 millones de hectáreas equivalentes a la
superficie de Irlanda. Obviamente el manejo y decisiones de la RRI estará
fuertemente ligado a las “comunidades” bajo tutela del nuevo partido político
de las Farc, que allí además dispondrán de 16 circunscripciones electorales
donde los demás partidos que tengan hoy representación en el congreso no podrán
inscribir candidatos. Como la nueva clase política que esta semana nace está
mejor financiada que cualquiera de los partidos existentes y tiene en su
bolsillo 10 millones de hectáreas para hacer campaña, ni Santos, con toda su
mermelada, tendrá igual posibilidad de compra u orientación de los votos.
Como dice el refrán, “Después de ojo sacado no hay Santa
Lucía que valga”. La implementación de los acuerdos, según lo manifiesta mi
gran amigo Jesús Vallejo, http://javalmejia.blogspot.com.co/2016/09/con-los-ojos-bien-cerrados.html
queda bajo la tutela de la CSVR integrada por tres representantes del gobierno,
tres de las Farc, uno del gobierno de Cuba, uno del de Venezuela, uno del de Chile
y uno más del de Noruega, no habrá barranco que los ataje.
Yo por lo menos, voto por el NO.
El rincón de Dios
“(…) Un buen acuerdo no hay necesidad de imponerlo por la fuerza, por
el miedo o por la publicidad; si es bueno, por sí mismo atrae”. (…) De nada
servirá firmar la paz con un grupo y acrecentar el odio y la división del país.
Tomado de Postulados Sobre la Paz de su Excelencia Ricardo
Tobón R. Arzobispo de Medellín.
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