Lo que no veré
El acuerdo de la entrega del país a las Farc será firmado y avalado por un amañado plebiscito, si es que se da; por una constituyente; o por la dictadura creada por Juampa a través de la ley habilitante y el congresito de bolsillo que actuará a imagen y semejanza de la anterior Asamblea Nacional de Venezuela, solo servirá de notario para lo que Enriquito y Juampa decidan en la Habana sin oír a nadie que no esté arrodillado a sus pretensiones. Todos estaremos en la mira de un tribunal creado a la medida de las Farc para sustituir nuestra justicia e integrado por sus propios juristas. Ingresaremos sin pena ni gloria al socialismo del siglo XXI con el respaldo de nuestra clase dirigente que sigue pensando que acá no pasará nada y calla por mermelada, temor, contratos o prebendas que a la postre serán pasajeras y causará su arrepentimiento tardío e irreversible.
Legislarán entonces los secuaces que ‘Timochenko’ escoja dentro de su camarilla de Alí Babá. Él mismo será director general del cartel de los soles colombianos integrado por sus destacados comandantes. Desde las nuevas zonas de distensión parcialmente acordadas, porque piden setenta y hasta allá todavía no ha llegado Juampa; pero para otorgarlas anunció solicitud de nuevas facultades en sesiones extras del Congreso que convocará. Así elegirán alcaldes, concejales, diputados y gobernadores, además de las curules que les regalarán a dedo. Y como tendrán su fortuna legalizada, las armas “dejadas” sin entrega, y la participación gratuita en la “democratización de los medios”, obtendrán a corto plazo el poder que no lograron con las armas. Quienes no estemos de acuerdo estaremos entre la espada y la pared ante la mira del Tribunal Especial.
Serán candidatos a la presidencia algunas joyas conocidas: Gustavo Petro, Piedad Córdoba y, ahora sí, utilizando su nombre de pila, Rodrigo Londoño Echeverri alias “Timo”, que ganará los honores por la firma de la capitulación del Estado que Juampa les regala. Puede que hasta ahí me toque si al altísimo se le ocurre prolongarme la vida como un acto de misericordia para que mis culpas se rediman en este mundo en lugar de la vida eterna.
Seguirá un infierno similar al del país vecino cuyo espejo nos hemos negado a mirar. Seguirá deteriorándose la economía por el efecto nauseabundo de la mermelada untada sin pudor alguno, por los gastos del posconflicto que le serán entregados a los bandidos que han martirizado nuestra patria, se prolongará la dictadura, como hemos visto en los países que creyeron y siguieron al nefasto coronel paracaidista venezolano y sufriremos la “democracia” de la izquierda stalinista que desde Cuba organizan los hermanos Castro con la anuencia del ideólogo de la paz Enrique Santos el guerrillero del Chicó, su hermano Juampa y el destacado alumno de las universidades rusas el filósofo Sergio Jaramillo Caro.
Después de años, quizás décadas, reaccionará el país como lo hizo Venezuela. Se revelará la mayoría que ahora anestesiada por la impúdica propaganda del gobierno ha creído en los engaños del nuevo país y la prosperidad sin límites que traerá el acuerdo, y votará para volver por sus fueros y buscar la reconstrucción del Estado de Derecho que ahora se derrumba, y esa parte, quienes estamos en la edad de la volqueta haciendo cola para que nos echen tierra, no tendremos la dicha de disfrutarla.
Colombia: Aún estamos a tiempo.
El Rincón de Dios
"Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite.” Santa Teresa de Calcuta
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