jueves, 19 de febrero de 2015

Crónica 577

Mas enredado que bulto de anzuelos
Un lector me llamó a reflexión por La Crónica no ser imparcial. Me envía para meditar un significado de crónica que no encontré en diccionarios que con frecuencia consulto. Pero razón tiene, esta columna no es imparcial por decir lo menos. Extendí el análisis a otros medios de más experiencia que leo con frecuencia y, por fortuna para mí, los encontré tan descuadernados como mis escritos. Esto me da valor para seguir defendiendo mi torcida línea de pensamiento, como este amigo tuvo a bien calificarla.
Corroboré que varios columnistas de El Tiempo, Semana, El Espectador y El Colombiano,  para mencionar solo algunos, juegan con cartas recortadas o dados cargados como se diría en el ámbito de tahures, profesión ejercida por Juampa. Seguiré pues escribiendo mi columna torcida que encuentro más derecha que la de Coronell, Duzán, Valencia, Ackerman, Bejarano, Molano, Silva, y otros por el estilo. Al menos no recibo mermelada.
Han sucedido cosas interesantes, que comento en resumen: 
La declaración de las Farc de que no reclutarán menores de 17
Queda clara su confesión que ejercen esta práctica y, a pesar de estar en un cese “unilateral” del fuego, seguirán haciéndolo con menores porque en la legislación colombiana la mayoría de edad solo se adquiere a los 18. Este es y seguirá siendo crimen de lesa humanidad a pesar de que el Fiscal Montealegre pretenda convertirlo en delito político. Para demostrar su “voluntad de paz” devuelven unos muchachos de 15 en lugar de proceder a liberar todos los que tienen en su guardería, como lo definió la representante Margarita Restrepo, basándose en las disculpas que para la metida de pata dieron las Farc en La Habana. Los niños son el fuerte de sus tropas.
Yo no vine porque me pagaron
Quedó mal Mockus al firmar el contrato para hacer la marcha en favor de la paz ¿de la vida? Claro, la hizo porque le pagaron, ese es el objeto del contrato que no puede ocultarse. Traiciona así lo que llamaba sus principios, otra de sus no pocas payasadas. ¿A quién las Farc le han respetado la vida? ¿A los militares asesinados hace unos días en pleno cese al fuego? ¿A quién se la respetarán sin la entrega de las armas? No estoy en desacuerdo con la publicidad para promover causas aunque no la comparta; sí cuando se hace sin transparencia y soterrada.
El perdón de César
Es un una bomba de profundidad que para mi gusto tiene un objetivo claro, apoyar la impunidad que Juampa quiere para sus protegidos de La Habana y defiende con ahínco el Fiscal Montealegre. No profundizo en el tema porque tiene tanto de ancho como de estrecho, solo comento que no comulgo con que se nivelen guerrilleros y los encartados de las Fuerzas Armadas, ni que sean comparables quienes por razones de fondo pagaron vacunas o secuestros de estos bandidos y los paramilitares. La impunidad es inevitable, Juampa ya lo resolvió; pero que la gente de bien se equipare a los bandidos es una afrenta contra la dignidad. De los 47 millones de colombianos no todos somos culpables como se pretende.
A María del Pilar se la tragó la tierra
Ya estaba sentenciada en los micrófonos antes del juicio, le decretarán treinta años, salvo que enlode a cualquiera. ¿Será capaz de no mentir si le rebajan la pena o le dan casa por cárcel? Así se forma el cartel de los falsos testigos denunciado en El Tiempo por por Juan Gossaín. 
Por eso, sigo más enredado que bulto de anzuelos con el proceso de La Habana.
El rincón de Dios

“El que no quiere ser vencido por la verdad será vencido por la mentira". San Agustín

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