Cualquier parecido…
Lleva el esposo su bella mujer a consulta médica,
ella le pide al doctor no comentarle a su marido para proteger su matrimonio.
Dísele al médico: mi esposo es avaro, para ir a mi trabajo sólo me da para el
bus y yo prefiero ir en taxi, al llegar a mi destino le digo al taxista que no
tengo dinero, él se enoja y me dice, ¿me va a pagar o qué?, yo escojo el ‘o
qué’, usted me entiende. Debido a eso llego tarde al trabajo y mi jefe me
pregunta, ¿te despido o qué?, otra vez escojo el ‘o qué’. De regreso a mi casa
tomo otra vez el taxi y al suceder lo mismo por tercera vez escojo el ‘o qué’.
En la noche, mi esposo se me acerca con intención erótica, entenderá doctor,
que después de hacerlo tres veces durante el día me siento cansada para hacerlo
de nuevo, por esa razón lo rechazo. Al oír eso el médico pasa la mirada por los
pródigos encantos de la paciente y le dice, bueno señora ¿le cuento esto a su
marido o qué?
Es así como en nuestro país se ha manejado el proceso
de paz en la Habana; el fallo de la Corte de la Haya que despoja nuestro mar; los paros campesinos y de transporte; la infraestructura; los
reclamos de los mineros; la seguridad democrática; las relaciones con nuestros
vecinos; las reformas educativas de justicia y de salud; las locomotoras de la
prosperidad. Y ahora Juan Manuel Santos
nos pregunta si vamos a votar por él para la reelección, ¿o qué?…
En esta visita al altiplano, más helado que de
costumbre en esta época del año, he realizado mi propia encuesta con la simple
tecnología del sentido común que obviamente no cumpliría los requisitos mínimos
para ser publicada. Los resultados
hasta el momento son curiosos, y para no pecar de estadístico omito cifras y
porcentajes.
Los ciudadanos de dedo parado socios de los clubes de
la capital en su mayoría califican el gobierno de Santos de mediocre. Son conscientes de que se ha debilitado la
seguridad, caído la producción industrial, disminuido la inversión, creen poco
en el proceso de paz, ven varadas las locomotoras de la prosperidad. Sin
embargo, la gran mayoría votará por Santos,
lo harán por ir contra Uribe a pesar de que están convencidos de las cualidades
de Oscar Iván Zuluaga. Pueda ser que no les pase lo mismo que en la capital que
por estar contra Peñalosa se les fueron las luces con Petro.
La clase
media y baja están contra Santos porque se sienten engañados, dicen que no ha
cumplido sus promesas, pero a su vez los medios ahítos de mermelada han hecho
su tarea, han logrado venderles desprecio por la “extrema derecha o los
guerreristas”, por lo cual alrededor de una cuarta parte votará por Santos, los demás buscarán una tercería
o se van simplemente para la izquierda, muchos de sus votos irán a parar en
manos de Clara López. De manera
queridos compatriotas que nos ponemos las pilas ¿o qué?
Nota.-
Dr. Raúl Tamayo, te ofrezco disculpas por usar tu esquema en esta columna, pero
me cae de perlas.
El Rincón de Dios
Esto
es lo que quiere hacer el Señor en Adviento: hablar al corazón de su pueblo y,
a través de él, a toda la humanidad, para anunciarle la salvación. Benedicto XVI
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