viernes, 22 de marzo de 2024

Crónica 939

Lucifer

Es el ángel caído que se transforma en satanás, no importa si el lector es o no creyente o si para él no existe el infierno, pero cuando las clases de religión eran aún obligatorias, recibimos enseñanzas sobre Lucifer, el CEO del infierno, cuya misión es la conquista para sí de las almas y, para ello, recurre a todas las formas de lucha: el engaño, la mentira, la tentación, la trampa, el artificio, la perfidia, la falsedad, la hipocresía, la lujuria, el odio, las amenazas y, en eso, es idéntico al presidente Gustavo Petro, uno de sus demonios. Este, es más audaz incluso, tiene buen surtido de licor y drogas ilícitas que Lucifer no tenía, es psicótico, y, además, tiene todo el dinero del presupuesto nacional para comprar conciencias, jóvenes inadaptados, apoyar bandas delincuenciales, pagar ineptos, crear Asambleas Regionales para reemplazar la Constitución y asegurar votos que le permitan su permanencia en el poder como a su colega Lucifer, porque es poderoso como los Castro, Maduro, Ortega, Morales y, el gran jefe, Putin, del que mucho ha aprendido. Además, funge de salvador de la humanidad en grave peligro de extinción por el “cambio climático” debido al capitalismo salvaje que debe destruirse y la ganadería contaminante, desconociendo nuevas tecnologías, sea porque no ha leído, o simplemente le importa un bledo, porque ese es el discurso de la izquierda radical, y punto.

Sus discursos y trinos son fatales, desnudan sin piedad sus inclinaciones marxistas, su dependencia de primeras líneas, milicias, guardias campesinas, las Farc, el Eln, los narcos, y sigue sin ambages las instrucciones del Foro de Sao Paulo, lo que no niega. Se dice que está en el peor de los mundos, cuando todo lo que hace está direccionado a quedarse donde está, tiene que crear pobreza para lograr dependencia de incautos que votarán por él para recibir una cajita Clap como las venezolanas, o tarjeta de racionamiento como las cubanas. 

Va configurando una línea de secuaces que manejan y direccionan todos los recursos, aunque jamás hayan manejado una empresa con éxito o tengan fama de incompetentes, eso es lo de menos, porque las instrucciones vienen desde arriba y los lavaperros no tienen otra opción que cumplir a pie juntilla lo que su jefe ordene. Bolívar tendrá la oportunidad única de escribir otra novela, Sin tetas si habrá Paraíso, para darnos el ejemplo de como “vivir sabroso” dependiendo del sátrapa y de los demonios que lo acompañan. 

Aún estamos a tiempo; pero si no nos ponemos las pilas pronto estaremos en el fondo del abismo, o eligiendo Necoclí y la ruta de Centroamérica para pasar por el hueco a Estados Unidos como parte de los desplazados de “el cambio” que se nos ofrece y que unos ocho millones de migrantes de nuestros vecinos ya han vivido.    

El Rincón de Dios

“Entonces el Señor me dijo: Toma para ti una tabla grande y escribe sobre ella en caracteres comunes: Veloz es el botín, rápida la presa”. Isaías 8:1

No hay comentarios:

Crónica 961

¿Otra vez mi general borracho? Definitivamente tenemos un desgobernante digno de admiración: nombra los principales delincuentes “gestores d...