sábado, 26 de septiembre de 2020

Crónica 835

Retahíla 

El revés de la Toga

Los jueces, por los que nadie votó para elegirlos, invaden la autoridad del congreso y del presidente definiendo como debe manejarse el orden público, los maniatan, imponen sin derecho la petición de perdón a la ciudadanía por el exceso de un agente; pero se cuidan de exigir a los vándalos y a quienes los dirigen, que saben quiénes son, pedir perdón por la destrucción de CAI, infraestructura pública, privada y ataques a la policía; tampoco ellos lo piden por el Cartel de la Toga. Patrulleros y soldados se juzgan, destituyen y crucifican antes de adelantar investigaciones, establecer causas y responsabilidades. Si cometieron delitos deben pagar por ellos, pero cuando sean probados con todo rigor.

En contraste, los 88 miembros de la fuerza pública muertos y los 281 heridos o mutilaos en emboscadas y combates en defensa de los ciudadanos y en la erradicación de cultivos ilícitos en lo corrido del año, no merecieron protestas ‘pacíficas’, movilizaciones, llamadas del presidente, discursos, intervención de cortes y congreso, investigación hasta las últimas consecuencias, horas en noticieros, primeras páginas en la prensa, castigo ejemplar para los culpables, ni nada que se le parezca.    

Embajadas

Hay muchas embajadas ocupadas por diplomáticos nombrados por Santos y diplomáticos de carrera a los que se les ha respetado su fuero, pero hay embajadas cardinales en las que el gobierno debe tener funcionarios de su entera confianza, menciono algunas: Estados Unidos desde luego; de especial cuidado Méjico; en Europa son cruciales Suecia y Noruega donde están muchos hijos de comandantes de las Farc y Santos ha utilizado para defender un acuerdo de paz, negado por las buenas, pero impuesto por las malas; Bélgica sede del Parlamento Europeo; Holanda por la Corte de la Haya; Suiza sede de organismos internacionales de gran importancia; España gobernada por comunistas donde se desempeña el rábula Enrique Santiago, gobierno al que debemos poner especial cuidado; Francia e Inglaterra, obviamente. Rusia y China son relevantes por su influencia en Venezuela y su objetivo, Latinoamérica. En Sur América son vitales Argentina, Chile, Brasil y Perú y, en Centro América, Panamá, Costa Rica y Salvador. Sobra Cuba de donde solo recibimos espías y ‘asesores’ y refugia e instruye cabecillas del Eln.

Cultivos ilícitos

Es el combustible de la violencia de las Farc, Eln, Epl y las Bacrim de diferentes pelambres con amplia simbiosis en las zonas de cultivo acrecentadas por el proceso de paz. El gran logro de las Farc fue la prohibición de las fumigaciones aéreas, el uso de glifosato por cancerígeno, pero solo donde hay coca, marihuana y amapola, en las áreas de cultivos lícitos es inocuo, y la obligación de acordar con las comunidades, que ellos controlan, la erradicación de los cultivos. Mucho tiempo se invirtió en consultar innecesariamente a la Corte y lograr la implementación de los protocolos que, de haberse hecho con premura, no los habría retrasado la pandemia excelentemente aprovechada por los bandidos.        

El Rincón de Dios

“Que nadie se atreva a perjudicar ni a dañar en esto a su hermano, porque el Señor hará justicia por todas estas cosas.” 1 Tes 4,6

1 comentario:

Fabián Moreno dijo...

¡Vea usted la ignorancia de nuestros altos magistrados judiciales!: Ellos emiten sentencias ordenando pedir perdón a un funcionario o a una Institución del Estado, en favor de una persona o grupo de personas. Pero el perdón no es asunto legal, o de derecho, o que se pueda legislar. El perdón es asunto exclusivo de la conciencia y de las religiones. O en términos más generales, es asunto de moral individual y de teología. Los juzgados, tribunales y cortes judiciales al emitir sentencias tan solo pueden y deben aplicar leyes de derecho público o privado. Del derecho privado también hacen parte las costumbres jurídicas, además de las leyes. El perdón no puede, ni debe, ser asunto de leyes o de derecho público o privado; por lo tanto los jueces y magistrados no pueden, ni deben, ordenar pedir perdón. El hacerlo es una violación de libertad de conciencia y de libertad de religión; y aún más, es una violación de la libertad de expresión, porque un juez no puede obligar a expresar algo que la persona obligada no quiere expresar. Las libertades y derechos no pueden ser objeto de imposiciones. En los países civilizados hay abundantísima jurisprudencia en esta materia; pero parece que no la hay en nuestro país.

Crónica 943

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