domingo, 14 de julio de 2019

Crónica 768

Erudición

Los togados de Colombia son ejemplares, para atajar la brillante carrera de Andrés Felipe Arias, cuyo delito está en veremos y según la misma corte no se robó un solo peso, lo condena a 17 años de prisión, y a un bandido de verdad lo liberan, le garantizan curul en el congreso, emolumentos e inmunidad parlamentaria por no haberse posesionado por “fuerza mayor”, estar vendiendo al cartel de Sinaloa 10 toneladas de coca, y cuando se vuela, se lavan las manos como Pilatos dictando una orden de captura anodina, porque bobito tampoco, sabe que en Venezuela o Cuba no lo agarran ni entregan y, la circular roja expedida por Interpol, tiene igual oficio al de Santa Lucía después de ojo sacado.
Al pecado de que se le acusa le inventaron un argumento mas raro que submarino con goteras, que no era convenio sino contrato por lo cual no cumplía los requisitos legales de adjudicarse mediante licitación pública. Resulta que el convenio no se hizo con un perico de los palotes, se otorgó a un organismo internacional dependiente de la OEA, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura IICA, por su idoneidad técnica. Ministros de Agricultura anteriores a Andrés Felipe adjudicaron 132 convenios similares y, exfuncionarios, como el que esto escribe, también los realizamos por tratarse de ciencia y tecnología como el mencionado, sin que nadie lo objetara por razones obvias. 
Si a eso vamos, sería más culpable Juan Manuel Santos por haber contratado directamente con la ONU la verificación de la entrega de armas de las Farc, donde hubo participación de algunos militares nicaragüenses y salvadoreños de dudosa ortografía, en secreto, y con la vigilancia de 332 guerrilleros dirigidos por ‘Iván Márquez’, hoy mas perdido que el hijo de Lindbergh.   
El programa de Agro Ingreso Seguro fue uno de los mas exitosos para el desarrollo agrícola, benefició a 382.611 productores de los cuales 321.305 eran pequeños campesinos, 57.480 medianos agricultores y solo 3.826 eran grandes. Programas así son los que necesita nuestra agricultura, no reformas agrarias retrógradas como la planteada en los acuerdos con las Farc. El informe final de Planeación Nacional sobre este programa lo demuestra.      

El Rincón de Dios

“Por lo tanto no les tengan miedo. No hay nada encubierto que no se descubra ni escondido que no se divulgue. Evangelio”. Mt 10, 26

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