sábado, 30 de marzo de 2019

Crónica 752

Alerta

“El 23 de junio de 2016 la Delegación del Gobierno Nacional y la Delegación de las FARC-EP acordaron sobre la refrendación acogerse al mecanismo de participación popular establecido por el Proyecto de Ley Estatutaria No. 156 de 2015 Cámara, No. 94 de 2015 Senado, en los términos que profiriera sobre el mismo la Corte Constitucional.”La Corte mediante sentencia C-379 de Julio de 2016 declaró exequible el proyecto que regulaba el plebiscito. 

Santos necesitaba ganarlo a toda costa y consiguió rebajar el umbral del 50% al 13% y que la Corte aceptara en aras al “bien supremo de la paz”. Con poco más de cuatro millones de votos y toda la maquinaria a su favor el triunfo sería arrollador; pero el tiro le salió por la culata y triunfó el NO; las trapisondas para desconocer el resultado son inválidas según conceptos de prestigiosos juristas, no obstante, a la Constitución se le incorporó el acuerdo ilegítimo, blindándolo. 

Las matemáticas no son una opinión, pero otras ciencias no exactas, como la jurisprudencia, admiten interpretaciones y las he venido analizando. Dentro de las preguntas que he formulado sobre el tema a distintos abogados, esta me convence: “No hay obligación de cumplir el acuerdo. Si se cumple es una violación, una desobediencia a la soberanía popular.”La mayoría de los abogados aceptan que la implementación fue amañada.
Colombia vive una situación compleja, se dificulta aplicar medidas eficaces respetando la Constitución adicionada, especialmente, en temas como el narcotráfico, el mayor logro obtenido por las Farc y generó una censura de Trump y, el control de las protestas sociales como el desbordado de la minga en el Cauca donde siete mil indígenas pidien imposibles, algunos sin saber de que se tratan; pero los alientan desde Venezuela “Iván Márquez” y acá Ferragamo Petro y “Pablo Catatumbo”, que si se reinsertó, no podría estar azuzando bloqueos, violencia y destrucción de la infraestructura. 
Para completar, el liberalismo detrás de la candidatura del delfín Gaviria y Cambio Radical de la de Vargas Lleras para la presidencia del 2022 no apoyan los proyectos del Gobierno, o lo cercan como protesta por falta de mermelada y burocracia. Indirectamente abren de par en par las puertas a Fajardo que haría un gobierno de transición hacia el socialismo del siglo XXI, aspiración de las Farc y los mamertos.  
¿Es posible una vía expedita para acomodar los acuerdos a lo real y conveniente? o ¿entregamos el país al SS XXI.

El rincón de Dios

“No hay jóvenes malos, hay jóvenes que no saben que pueden ser buenos y alguien tiene que decírselos.”Don Bosco

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