Lo que nos queda
Empiezo ofreciendo disculpas a quienes
por sus creencias se apartarán de mi propuesta y pensamiento, pero, después de
que el gobierno raspó la olla de la entrega del país al socialismo del siglo
xxi, una gran cadena de oración del Santo Rosario es una de las pocas
herramientas que nos queda.
Hay antecedentes históricos, de los
cuales solo mencionaré algunos, que respaldan mi propuesta:
La bomba de Hiroshima destruyó
completamente la ciudad y causó más de cien mil muertes. A un kilómetro de
donde explotó la bomba había una casa que tenía una Iglesia que quedó
totalmente destruida, pero la casa sobrevivió con los ocho misioneros alemanes
que rezaban el rosario y no sufrieron heridas ni efectos de la radiación
atómica. Fueron sometidos a muchos exámenes médicos y ellos declararon:
“Creemos haber sobrevivido porque vivíamos el mensaje de Fátima”.
Durante tres años Austria estuvo bajo
el gobierno comunista de Rusia. El padre Franciscano Petrus recordó como los
cristianos en el siglo XVI habían derrotado a los turcos en la batalla de
Lepanto. Puso en marcha una cadena de Rosarios diaria en el que se
comprometieron setenta mil fieles con la intención de liberar a su patria del
comunismo. El 13 de mayo de 1955, aniversario de las apariciones de Fátima, el
régimen ruso en una actitud sin precedentes, firmó el acuerdo para salir de
Austria.
En octubre de 1571 las fuerzas navales
católicas que luchaban contra los musulmanes estaban en enorme desventaja en
número y recursos. El papa San Pío V pidió a toda Europa rezar el Rosario y en
la batalla la flota cristiana resultó victoriosa.
Filipinas sufría la dictadura
desastrosa del presidente Marcos y su esposa Imelda. El Cardenal Sin de la
Arquidiócesis de Manila promovió una protesta pacífica que rodeó los tanques y
las tropas rezando el Rosario y cantando canciones religiosas de protesta. El
presidente Marcos huyó del país en febrero de 1986.
Después de la caída de Cuba en manos
del comunismo el objetivo siguiente era Brasil gobernado por Joao Goulart que
empezó a introducir el comunismo nombrando funcionarios de esta ideología en
altos cargos del gobierno. El Cardenal de Barros Cámara en su programa semanal
de radio exhortaba a la población a seguir las directrices de la Virgen de
Fátima para derrocar la amenaza comunista. Una mujer llamada Amelia convocó una
marcha impresionante en Sao Paulo donde seiscientas mil mujeres marcharon
rezando el Rosario por la Paz y bautizaron el movimiento “Marcha de la Familia
con Dios hacia la Libertad”. En abril de 1964 Goulart huyó del país acompañado
de la mayoría de los altos mandos de su gobierno.
La realidad es que los milagros
existen. Convoquemos una monumental cadena de oración del Rosario para que
nuestra Madre, la Santísima Virgen, nos libere de las garras del comunismo.
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