Sigo mas enredado que bulto de anzuelos
“Padre: acúsome
que vote por Santos. –Tranquilo mijito que eso no es pecado. Entonces padre ¿por
qué estoy tan arrepentido?”.
He recibido comentarios variopintos sobre mi posición
respecto al proceso de paz, lo paso de largo aunque sigo sin creer en su
trasparencia, más no en su beneficio, por razones varias veces expuestas en
esta columna que hoy dejo quietas para no atosigar a mis lectores.
Lo que pasa en el fondo es que no creo en Santos por embustero
y desleal, no con Uribe, para darle el beneficio de la duda, que desde luego no
merece; pero sí con los 9 millones de electores, de los cuales el 80% estamos
arrepentidos. Creíamos que cumpliría lo ofrecido en campaña.
Traigo a colación algunos casos que desde el
principio me dejaron atónito:
En gracia de discusión, aceptemos la necesidad de
reconstruir las relaciones con Venezuela y Ecuador, pero definitivamente para
eso no era necesario entregar la dignidad de nuestra patria, haciéndole en
parte caso a Nicanor Restrepo, para tratar de recuperar la plata de las
exportaciones que su nuevo mejor amigo esquivaba pagar. Ese dinero ya muchos
empresarios, especialmente antioqueños, lo habían llevado a pérdidas y
ganancias por dos razones fundamentales: dignidad y falta de credibilidad en un
gobierno que se manejaba, y se sigue manejando, al ritmo del genio con que se
levante el primer mandatario. Tengo varios amigos que pronto buscaron otros
destinos para sus ventas y el mercado perdido del país vecino para ellos pasó a
ser irrelevante.
Pero hay
un motivo de fondo, el amparo que Chávez y Correa en ese momento le prestaban y
siguen facilitando a terroristas de las Farc y el Eln, que tanto daño han
causado a nuestra patria.
No paran allí las cosas. Igualmente aceptemos que
convenía asistir a los funerales del paracaidista coronel ante la hipoteca que
asumimos con un proceso de paz iniciado a escondidas, como juego de tahúr que
bajo la manga guarda la carta, o las recorta, para inclinar a su favor el juego
y, en este caso a favor suyo, no en el de la patria. Untado un dedo… Salir a
las carreras a reconocer a Maduro, que con su comportamiento y el de Diosdado
Cabello después de las elecciones ha demostrado claramente que se las robó para
afianzar la dictadura del socialismo de siglo XXI, fue un desatino mayúsculo. Como vamos, todo
parece indicar que Santos importará a Colombia ese modelo con la ayuda de su
interlocutora Teodora; del respetable señor Samper del 8000; de Enriquito su
hermano, mamerto de tiempo completo; del sombrío Roy Barreras, y de Simón el
bobito que, como Evo Morales, tampoco lee. Son los mejores consejeros y chupa medias del régimen.
No se hizo esperar el remate, sin ruborizarse
posesionó al cuestionado magistrado Rojas. Los Magistrados, como las mujeres,
no solamente deben ser intachables, sino aparentar serlo, lo que obviamente no
es el caso del señor Rojas. Otro palo en la rueda para la credibilidad en
nuestra descalabrada justicia. Pero ¿que puede esperarse de un Presidente que
luce en un video en calzoncillos para mostrar como se duerme en las casas que
reparte Vargas Lleras, tan necesarias para remontar encuestas?
El Rincón de Dios
“Nos
aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no
desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan;
en toda ocasión y por todas partes llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús,
para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.” II Corintios
4.
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