¿Están las Farc ganando la
guerra?
Lo que está
sucediendo en el Cauca y ahora se viene en el Putumayo no solo es desconsolador
sino patético. El Cauca es un corredor estratégico de las Farc para la
movilización de droga, armas y vituallas, lo necesitan y defienden. Se mueven
por allí casi como Pedro por su casa y llegan desde Caquetá y Nariño hasta el
Pacífico. Intimidando la población indígena, infiltrándola u obligándola con
sus armas y reclutando sus hijos, las Farc los ponen de su lado por la razón o
por la fuerza. No son estas etnias tan inocentes como trata de pintarse,
tampoco son del todo culpables, pero deben cumplir la Constitución y en esto no
puede cederse. El comportamiento del ejército fue ejemplar cuando los obligaron
a retirarse, humillándolos, no dispararon un solo tiro contra la población
civil. Las Farc buscaban un muerto y los militares no les dieron tiro.
El conflicto
es bastante delicado y en gran parte se ha acrecentado por la pasividad del
gobierno en el control de los grupos terroristas, que nace de contactos privados
entre el Presidente y los grupos armados en busca de un diálogo que se le está
saliendo de las manos. Las Farc nunca lo han querido para nada distinto a ganar
terreno y protagonismo. El Eln que estaba disminuido, ahora surge de sus
cenizas apoyado por las Farc y, obviamente, por el nuevo mejor amigo del
Presidente que los protege en su país. Ya montó con éxito un paro armado de una
semana en Arauca. ‘Timochenko’, ejerce también desde Venezuela donde ha logrado
consolidar, con ayuda logística del vecino, un plan de grandes proporciones que
está logrando resultados funestos para nuestra patria. En el Putumayo las cosas
nos son diferentes. En este caso el responsable militar de las Farc es ‘Joaquín
Gómez’, reemplazo de ‘Raúl Reyes’, que tiene seguro escondite en las tierras de
otro buen amigo, ‘mirada tierna’ Correa, el resentido presidente ecuatoriano.
Uno de los grandes
vacíos es la inoperancia del fuero militar, en lo cual en parte tiene culpa el
ex presidente Uribe que se dejó presionar de los Estados Unidos y de grandes
ONG de derechos humanos. Ni cortos ni perezosos, las Farc y el Eln a través de
colectivos de abogados de dudosa ortografía, han logrado desmovilizar 12.000
militares sin disparar un solo tiro, los han encartado judicialmente sin la
gran mayoría haber cometido delito alguno. El concepto del autor mediato, la
aparición de falsos testigos y amañadas declaraciones de bandidos, son el pan
de cada día. Si le sumamos una justicia corrupta en la cual participan
magistrados, jueces y fiscales, entendemos el por qué se ventilan casos insólitos
en nuestras cortes.
Y bebiendo de
su propia medicina, se aparece el ex juez Baltasar Garzón, expulsado de su
cargo en su país natal por volearse todas las escuadras, no por un voto ni por
dos, por unanimidad de sus jueces, y traído a Colombia por el señor Santos.
Este oscuro personaje ahora mete las narices dizque de mediador de un conflicto
que no conoce sin haber sido autorizado, con lo cual las Farc podrán sacar
pecho y el otro conseguirá castigar prensa a nivel internacional para
beneplácito de terroristas, colectivos de abogados ONG amañadas, dizque
defensoras de derechos humanos donde los deberes humanos simplemente se
ignoran, y europeos ingenuos.
Adoba el
panorama la participación del expresidente Uribe a través de las redes sociales
con una oposición hasta ahora casi carente de propuestas ideológicas
constructivas, que están abriendo el paso que Chávez busca para introducir en
Colombia el Socialismo del Siglo XXI, y que logrará sin duda al paso que van
las cosas. Le está abriendo a la izquierda radical una puerta más ancha de lo
que imagina. No sería raro, que una Clara López, la directora del Polo, consiga
los votos necesarios para llegar a la presidencia. No olvidemos que la división
bogotana entre buenos candidatos que no fueron capaces de dar un paso al lado
cuando era oportuno, le dio la ocasión a Petro de llegar a la alcaldía con solo
el 36% de los votos. Más de uno está arrepentido de tener como alcalde
semejante mamarracho. O al menos, eso es lo que uno ve y oye en Bogotá en todos
los estratos.
Las Farc
están convenientemente infiltradas en universidades, juzgados, fiscalías y
hasta en las altas cortes. Le hacen juego idiotas útiles de todos los
pelambres, empezado por un expresidente sin autoridad moral alguna.
Entretanto el
país se va desgranando como la mazorca por actitudes equivocadas del gobierno y
el Congreso que han sido inferiores a sus compromisos con la patria por andar
repartiéndose, como llaman ahora, la mermelada para la tostada. Y los
ciudadanos que dicen llamarse de bien, simplemente pasan de agache.
Fue grande la
movilización de indignación en las redes sociales ante la maltrecha reforma a
la justicia que recibió un entierro de tercera atropellando el Código Siniestro
del 91 y la humillación aleve que debieron soportar los militares en el Cauca
de unos indígenas envalentonados e incitados por las fuerzas oscuras de los
terroristas que querían obtener un nuevo despeje a la brava. Gobierno y
Congreso deben tomar nota.
El Rincón de Dios
" A veces hay que limpiar los ojos
con lágrimas, para ver
mejor..."
De un
carta de Tomás Moro a su hija:
"Con esta cárcel estoy pagando a Dios por los pecados que he cometido en
mi vida. Los sufrimientos de esta prisión seguramente me van a disminuir las
penas que me esperan en el purgatorio. Recuerda hija mía, que nada podrá pasar
si Dios no permite que me suceda. Y todo lo permite Dios para bien de los que
lo aman. Y lo que el buen Dios permite que nos suceda es lo mejor, aunque no lo
entendamos, ni nos parezca así".
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