lunes, 19 de febrero de 2024

Crónica 936

Pensar

Trabajé en una compañía distribuidora de equipo de construcción hace años, estábamos en una oficina estudiando la posibilidad de refinanciar la deuda de un cliente y el contador resolvió llamar al revisor fiscal en busca de consejo, la respuesta no pudo ser más demoledora, “yo a usted no le pago para que piense sino para que haga lo que le indique”, exactamente lo que hace Petro, a todo el que en su gabinete piense lo saca: Alejandro Gaviria, Cecilia López, José Antonio Ocampo y Jorge Iván González, se atrevieron a opinar. Es la razón de la cantidad de ineptos que ocupan posiciones importantes en su gobierno, no pueden pensar, es lo que el emperador diga, y punto.

Creo que el principal problema actual, más allá del trámite de las estúpidas reformas, es la seguridad y lo poco que en ello nos fijamos, tenemos el no pienso alborotado, el ministro de defensa es enemigo acérrimo de las fuerzas armadas y el objetivo del emperador es simplemente ese, debilitarlas con el manido cuento de la paz total en la que, “nosotros como etnia cósmica debemos expandir el virus de la vida por las estrellas del universo”, Petro. 

Entre tanto se crean guardias indígenas, financian jóvenes para que no maten, se admite la manipulación del ELN que llama a unirse a las marchas para el pronto nombramiento de una Fiscal que tampoco piense. ¿Y nosotros? ahí… quietos en primera base. Es el nacimiento calculado de los colectivos que mantuvieron a Chávez en el poder y sostienen, contra viento y marea, a Nicolás Maduro, el nuevo ejército de Colombia. Si no pensamos, en el 2026 se manipularán las elecciones para mantener al emperador.

Estoy de acuerdo en que este no es un país de golpes de estado, nadie ha venido planteando un golpe blando como los sugiere el emperador, pero creo que tenemos la fuerza suficiente, si sacamos las uñas, para que prospere en el congreso el juicio político, no es posible que un grupo de parlamentarios espurios indigestos de mermelada dominen a los de bien que cumplen con el mandato que el pueblo les dio. Las causas son claras, abundantes y contundentes. Hagamos nuestra tarea y evitemos que ganen los que por un plato de lentejas venden sus conciencias. Si no se logra, habrá que pensar en algo más drástico. Y la responsabilidad es nuestra, de nadie más.

El Rincón de Dios

“Las lecciones del pasado sirven como recordatorio para seguir avanzando. No dejes que las turbulencias de la vida te detengan” 

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