Encrucijada
Leyendo el pasado
domingo a José Alvear, encontré esta frase,
“No confíes en ninguna estadística que tú no hayas falsificado personalmente”
y, al tiempo, recibí un correo de Arnulfo Correa en el que su contertulio Marco
Tulio Osorio analiza matemáticamente las encuestas que, mencionando solo un
dato, así descalifica: 1200 encuestados por 23.4% = 281 colombianos que
votarían por Petro sobre 15´000.000 de votantes.
Coincido con José, es increíble que el pueblo colombiano
le dé un apoyo del 23% a Petro después de haber conocido sus lastimeras
ejecutorias como alcalde de Bogotá. Las matemáticas de Marco Tulio deberían
despejar las dudas, no solo por los resultados aritméticos, por la letra menuda
de la ficha técnica de la encuesta; pero yo, prefiero darle el beneficio de la
duda.
Así las encuestas fuesen amañadas Petro y Fajardo
lideran la intención de voto y ambos son un peligro. El que gane para pasar a
la segunda vuelta tendrá todo el respaldo de la izquierda radical y, por
supuesto, del gobierno y La Farc. Es mejor creer en ellas que dormir sobre los
laureles y dejarles libre el espacio para seguir creciendo.
Las elecciones del 11 de marzo son cruciales para la
salud de la patria, en ellas se definirán las tendencias, los candidatos de las
coaliciones y se elegirán los congresistas. En el legislativo se necesita una
mayoría honesta, comprometida, defensora de la democracia, que legisle a favor
de cuarenta y nueve millones de ciudadanos de bien y no para escasos seis mil.
Recalco, no soy enemigo de la paz, tampoco de algunas
concesiones para llegar a un acuerdo; pero para que este sea válido y aceptado
por la mayoría, debe ser respetuoso de las instituciones y las personas;
basarse en la verdad, no la de unos cuantos, la de los colombianos todos; deben
respetarse y repararse las víctimas; los culpables de delitos de lesa humanidad
deben pasar por la justicia, así sea transicional, y cumplir con los mínimos
internacionalmente establecidos antes de someterse al escrutinio de las urnas o
participar en las corporaciones públicas. Las víctimas del Estado la nación
debe repararlas.
Los “apaciguados” deberían dar muestras de humildad,
dejar de lado la arrogancia y el cinismo para creerles algo, pues no han sido honestos
en la entrega de las armas y los bienes para reparar sus víctimas, no se han arrepentido
y, de paso, deben abandonar el narcotráfico, excluyendo franquicias y
“disidencias”.
A mis compatriotas les pido observar ambas caras de la
moneda, votar en conciencia después de analizar el futuro de Colombia, de sus
hijos, nietos y familias; de lo contrario, las elecciones de presidente podrían
ser las últimas democráticas en nuestra patria. El espejo lo tenemos en
Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Salvador, obviamente en su máximo inspirador,
Cuba, y en las estrategias del Foro de Sao Paulo al que se alinean.
****
En la película las Horas Más Oscuras, sorprende la
decisión de Churchill después de auscultar en el metro la opinión del pueblo en
el peor de los escenarios de la guerra, contra viento y marea rechaza negociar
con Hitler una paz incierta. Sin esa fortaleza hoy sería otro el curso de la
historia…
Su voto definirá el rumbo de la historia de Colombia.
El rincón de Dios
“Hay una falsa modestia que es vanidad, una falsa grandeza que es
pequeñez, una falsa virtud que es hipocresía y una falsa sabiduría que es prudencia.”
Jean De La Bruyère
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