Invitación a la concordia
“Ojalá que Santos
advierta que no puede ignorar la voluntad de sus compatriotas expresada en las
urnas. Recibió el Nobel de la Paz, no un permiso para hacer lo que le dé la
gana.” Carlos Alberto Montaner
Felicito a Santos por el Nobel, trabajó más por el que
por la paz, a eso se debieron los afanes de los últimos meses en La Habana. Sin
duda en Oslo estaba todo definido días antes de la debacle del plebiscito que
jamás esperó. Comparto la teoría de mi amigo José Alvear, faltones los noruegos
que dejaron por fuera a ‘Timochenko’.
Creo que hemos sido respetuosos los que apoyamos el NO:
en nuestras columnas, intervenciones en foros y tertulias, en Twitter y
Facebook. Nos basamos primero en las exigencias de las Farc, luego en los
borradores de los acuerdos, después en el Acuerdo Final. Lo hemos hecho en
conciencia, buscando el respeto a nuestras instituciones y a la democracia.
Vuelvo y confieso, no abrigaba la esperanza en el triunfo,
era una lucha desigual y despiadada contra lo que me de la gana; pero si
ganamos así es la democracia, se gana o se pierde y eso nos da el derecho a ser
escuchados, no a buscar revancha o alentar el conflicto. Con todo respeto a los
del Si, en Colombia la guerra no existe desde la de los mil días, pero no voy a
encender polémicas con el término.
He estado atento a debates, discursos y redes sociales,
la sindéresis me obliga a mirar las dos caras de la moneda. Curiosamente han
sido más radicales quienes nos tachaban de guerreristas. Para muestra un botón
de trinos que por su desfachatez soy incapaz de reproducir, les dejo el enlace
a quienes deseen enterarse de las reacciones:
https://twitter.com/search?q=nos%20llaman%20guerreristas&src=typd
Me extraña que periodistas, que aun sin compartir sus puntos
de vista había considerado equilibrados, resulten con trinos como el “Me da
vergüenza de ser colombiana” de María Jimena Duzan. Si hubiese ganado el Sí lo
sentiría por Colombia, pero jamás me avergonzaría de mi cuna, podría
avergonzarme de gobernantes, congresistas o magistrados, que es otra cosa.
Si perdieron el plebiscito debe quedar claro una cosa: el
Acuerdo simplemente no existe, diferente es que se rescaten muchos de los
asuntos negociados para un nuevo acuerdo, es lo que entiendo que se está
proponiendo. También debe quedar claro que, independiente del liderazgo que
haya podido ejercer el Centro Democrático, hay otros sectores y personas que
votaron NO sin pertenecer al mismo, luego no son las propuestas de Álvaro Uribe
las únicas, hay que ensamblarlas con las de los demás votantes por el No y
consensuarlas con las de los que votaron por el Si y las Farc. De manera
Senador Benedetti que no es cierto que x punto ya esté negociado, no hay uno
solo que esté vigente, el pueblo soberano no apoyó lo negociado en La Habana.
Por eso en esta
nota hago un llamado a la concordia, al respeto a las decisiones de la
democracia, a despojarnos del veneno, la injuria y las calificaciones
desobligantes que en lugar de acercarnos nos alejan. Miremos positivamente las
propuestas que se presenten, pulámoslas, hagámoslas viables con generosidad e
imaginación y lleguemos a la paz que todos queremos, exenta de claudicaciones.
El Nobel de la paz ahora tendrá que merecerlo logrando
una paz justa sin tratar de acorralarnos.
El rincón de Dios
Nunca te des por vencido: Después de la lluvia, un arco iris… Después
de la tempestad, la calma… Después del final, un nuevo comienzo…
A veces Dios no evita el problema sino que nos ayuda a pasar por el
para salir victoriosos.
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