Perlas
Que saquen al Ministro de Justicia: Es nada más ni nada menos lo que está sugiriendo ¿o exigiendo? el fiscal Eduardo Montealegre. Confieso que Alfonso Gómez Méndez no ha sido, ni es, santo de mi devoción, no creo que su actuación en el caso de Ernesto Samper Pizano haya sido transparente o, al menos, me quedaron dudas. Pero de allí a que el Fiscal General de la Nación trate de dar órdenes al Presidente de la República es un despropósito mayúsculo. La tiene pesada Juan Manuel, las actuaciones del Fiscal fueron determinantes para su reelección y le quedará cuesta arriba decirle no a su amigote; pero será complejo sacar a un ministro clave para el proceso de la Habana, amigo del alma de Teodora, y dejarse apabullar de quien ha superado las ambiciones de Juanpa sin quedar como un pelele ante la opinión pública. ¿De que lado estará la gelatina?
Vergüenza: La recomendación de nombrar como Secretario de Unasur al ex presidente Samper, acogida por los presidentes Suramericanos, es bochornosa. No olvidamos la denuncia del ex presidente Pastrana, ocultada por César Gaviria, sobre el ingreso de dineros del narcotráfico a la campaña de Samper para comprar la presidencia. Así aceptáramos que habría “entrado a sus espaldas”, queda el sambenito de la desertificación impuesta por el gobierno de los Estados Unidos a nuestro país y el retiro de la visa al Presidente. Las mismas Farc, ahora sus mejores amigas, se negaron por razones “morales” a sentarse a la mesa con él para una negociación de paz. Argumento para pensar que no es la persona para representarnos en Unaur, así se trate del mayor embeleco ideado por Chávez para sacar del campo de juego a la OEA. Coincide si con los postulados del ALBA, y cae de perlas a Maduro, Cristina, Dilma y, colateralmente, a los inspiradores del socialismo del siglo XXI, los hermanitos de la caridad Fidel y Raúl Castro. Una señal clara de para donde vamos con la tertulia de la Habana.
Voluntad de paz: No dejan las Farc de sorprendernos dándonos fervorosas muestras de su voluntad de paz: el derrame de más de 10.000 galones de crudo en el Putumayo, es una muestra indeleble de buena voluntad. Otra, de no poca monta, es la discusión en la Habana del tema de las víctimas que empieza a través de un baboso comunicado expedido en vísperas de elecciones en el que se tiene cuidado de excluir al victimario, calificándolas etéreamente como víctimas del conflicto, donde ellos, las Farc, terminan siéndolo. Sus fechorías quedan por fuera, son efectos del paramilitarismo y del gobierno que a ello no prestó atención por lo cual tuvieron que defenderse asesinado, plagando el país de minas antipersonales o quiebrapatas, destruyendo la infraestructura, reclutando menores, secuestrando, traficando drogas ilícitas, devastando pueblos con cilindros bomba, y toda suerte de tropelías por todos conocidas, que ahora son solo daños colaterales que los exculpan. Los 47 millones de colombianos que nos creíamos de bien, somos los victimarios de siete mil facinerosos de la peor calaña, otra muestra irrebatible de voluntad de paz.
Paradoja: No se tomaron a tiempo medidas para mitigar la sequía anunciada en la Costa donde más compromisos tenía Juanpa con sus electores. Para la lluvia la mermelada no funciona.
El rincón de Dios
“El gobernante que patrocina la mentira, corrompe a todos sus servidores” Proverbios 29-12
“ Sea vuestra palabra si o no. Pues lo que se aparta de esto es malo” MAT. 5-37